Ciudad de México.- Para el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, distinguido con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022, el trabajo arqueológico es apasionante, pero no por ello sencillo, y sus más de seis décadas de prolífica trayectoria lo hacen notar.

«En la arqueología se requiere de mucho rigor y de mucha paciencia para poder investigar», dijo este jueves en una entrevista con Efe el académico, investigador, gestor y divulgador.

«Se deben tener planteamientos teóricos, una sólida formación de la tecnología arqueológica y demás para poder llevar a cabo un trabajo que no es fácil», añadió.

El experto, quien ha trabajado en yacimientos como los de Comalcalco, Tepeapulco, Bonampak, Teotihuacán, Cholula, Tula, Tlatelolco y Tenochtitlan, señaló que «es realmente apasionante llegar a conocer, a través de la técnica arqueológica y de otros apoyos de otras ciencias como la física, la química, la biología, etcétera, el pasado».

«Entonces, la vida de un arqueólogo está inmersa en esos aspectos», comenta.

SU JOYA, EL TEMPLO MAYOR

Nacido en Ciudad de México en 1940, el destacado arqueólogo consideró que «trabajar en diversos lugares arqueológicos» ha sido importante porque cada uno de ellos le fue aportando un conocimiento y una experiencia que finalmente pudo aplicar en el Proyecto del Templo Mayor.

Precisamente Matos Moctezuma es ampliamente conocido en México y el mundo por ser el fundador y director de ese proyecto, que inició en 1978 y que reveló al mundo el antiguo centro ceremonial o «Recinto Sagrado» que los aztecas edificaron en la antigua Tenochtitlan, en pleno centro de la actual Ciudad de México.

«Hace ya 44 años que estamos ahí en el centro del corazón de la Ciudad de México excavando y conociendo el pasado mexica», explicó el arqueólogo, quien se mostró sorprendido por la cantidad de llamadas que ha respondido desde que se anunció ayer miércoles que había ganado el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.

Con distintos descubrimientos arqueológicos en su haber, para Matos Moctezuma ser un entregado a la arqueología, prácticamente toda su vida, «ha significado mucho» porque esa profesión le permite penetrar en el tiempo «e ir viendo otras sociedades y las obras que se hicieron por esas sociedades».

Sobre los descubrimientos en diferentes sitios y los objetos hallados, el doctor honoris causa por la Universidad de Colorado y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) consideró que «esas piedras (descubiertas) tienen un lenguaje, hay que conocerlas y saber interpretarlas para obtener de ellas el lenguaje que están encerrando, una cultura antigua».

A su juicio, esos descubrimientos no sólo dan referencia de que una pieza sea bonita o fea, sino que también «tienen una carga de información importante empezando por la materia prima de la que está elaborada y después el contenido de lo que está representando, el simbolismo, etcétera». «Existe toda una serie de aristas que hay que conocer para poder profundizar en, digamos, el lenguaje de las piedras».

EL PREMIO, UN ESTÍMULO

Matos Moctezuma, quien fue director del Museo Nacional de Antropología (1986-1987) y del Museo del Templo Mayor (1987-2000), indicó que un reconocimiento como el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 «es muy importante», porque además de estimularlo a él, estimula a sus colaboradores y a las instituciones a las que ha pertenecido, entre ellas la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde fue formado y él también formó alumnos.

«Es una gran responsabilidad y esos premios son un estímulo y en este caso con este premio de carácter internacional, es un reconocimiento también a la arqueología mexicana, a la antropología mexicana, por eso es tan importante», dijo.

La distinción le llega a Matos Moctezuma días después de que el pasado 28 de abril, junto a su alumno más aventajado, Leonardo López Luján, fueron elegidos como nuevos miembros honorarios internacionales de la prestigiada Academia Americana de Artes y Ciencias (AAAS, en inglés).

Además de ser miembro del Colegio Nacional, el arqueólogo pertenece a la Academia Mexicana de la Historia y a la Academia Mexicana de la Lengua, que propuso junto a la UNAM su candidatura al Premio Princesa de Asturias, y desde 2016 la Universidad de Harvard anunció una cátedra con su nombre.

Con 81 años y más de 60 dedicados a su profesión, comenzó a trabajar profesionalmente el 1 de junio de 1960 aún siendo estudiante para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Ahora, Matos Moctezuma aplica para su futuro una frase muy mexicana: «Hasta que el cuerpo aguante».

«Hay que seguir adelante, escribiendo, investigando y difundiendo, en fin todo eso que es el quehacer del investigador», finalizó.

 

EFE

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