Berlín.- La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que la evolución de la pandemia obliga constantemente a las autoridades a adaptar sus medidas para contenerla, al tiempo que reconoció que el riesgo que iba a representar el regreso de viajeros de determinadas zonas quizás no se calibró del todo bien.
En su tradicional comparecencia ante los medios de comunicación, tras el receso vacacional, Merkel aseguró que el gobierno actúa en conciencia y que se ha tenido que adaptar sus medidas a la situación.
En ese sentido se refirió a la «lección» extraída de la temporada vacacional al referirse al hecho de los muchos viajeros que regresan de zonas de riesgo y que han obligado ahora a introducir cambios en el régimen de ingreso al país.
«Seguramente no vimos quizás que la gente iba a viajar en esa dimensión a zonas de riesgo», reconoció.
Al mismo tiempo, afirmó no haberse podido imaginar en el caso de España, por ejemplo, «que hubiera que volver a declarar todo el país zona de riesgo».
«Son evoluciones que no podemos prever», dijo, y agregó que estamos ante «un desafío sin precedentes» respecto al cual sólo se pueden tomar decisiones sobre la base de lo que se conoce en un determinado momento, readaptando las medidas según va cambiando la situación.
Señaló, de todas formas, que durante el verano, las opciones de turismo han sido muchas.
La canciller y los líderes de los 16 «Länder» acordaron ayer la imposición de una cuarentena a los viajeros de zonas de riesgo hasta que presenten un test negativo realizado, como pronto, a los cinco días de su ingreso en el país.
«Hay que renunciar, en la medida de lo posible, a los viajes a regiones de riesgo», afirmó Merkel en una comparecencia posterior a la reunión virtual con los líderes regionales.
Esta norma, que se implantará en octubre, sustituirá a la actual regulación, según la cual se ofrecía a todo viajero un test gratuito en el aeropuerto de llegada, estación de ferrocarril o centros sanitarios, que de resultar negativo eximía de la cuarentena.
En su comparecencia de este viernes, la canciller se mostró convencida de que «con un poco de sensatez y restricciones» Alemania podrá superar bien esta etapa.
Advirtió que «no todo volverá a ser como antes de la pandemia del coronavirus», al tiempo que se mostró «relativamente satisfecha» con el curso de los acontecimientos hasta el momento.
EL REPUNTE DERIVADO DEL REGRESO VACACIONAL
Según estimaciones del Instituto Robert Koch (RKI), competente en la materia en el país, el regreso a la escuela -que en Alemania se ha producido de forma escalonada- no ha sido el principal factor para el actual incremento de los nuevos contagios.
Estos se han derivado principalmente de encuentros familiares, actos religiosos, fiestas o durante las vacaciones en el extranjero, a los que corresponde un 39 % de los nuevos contagios.
Alemania, país de mayor peso demográfico de la Unión Europea (UE) con 83 millones de habitantes, se mantiene ahora sobre una franja de los 1.500 nuevos contagios diarios.
El cómputo de nuevas infecciones se situó este viernes en los 1.571, según las cifras difundidas por el RKI.
Es un nivel similar al de los últimos días, después de que el sábado pasado se superaran los 2.034 diarios, el máximo desde finales de abril. Entre finales de marzo y principios de abril, las cifras de nuevos contagios se situaban en los 6.000 diarios.
El cómputo total de infecciones desde que se registró la primera, en enero, se sitúa así en las 239.507, de los cuales 213.200 son pacientes recuperados, mientras que la cifra de víctimas mortales está en 9.288.
EFE
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