Casi un año después de que diera comienzo la campaña de vacunación contra el Covid en España (el 27 de diciembre de 2020), llega la vacunación infantil. Después de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) diera luz verde a la vacunación en niños el 25 de noviembre (la FDA estadounidense lo hizo en octubre), la Comisión de Salud Pública aprobó el martes pasado lo propio para España, donde se inicia este miércoles 15 de diciembre.
Este lunes llegó la primera remesa de vacunas infantiles contra el Covid, 1,3 millones de dosis (en enero se recibirán otros 2 millones) que se repartirán por las comunidades autónomas como se ha hecho toda la campaña de vacunación: de forma proporcional a su población diana, según indica el Ministerio de Sanidad. Con esos envíos se cubriría la primera dosis de los 3,3 millones de niños que se estima hay en España en la franja de edad 5-11 años.
Ante la inminencia de la inmunización infantil surgen muchas dudas, al igual que con la campaña de adultos o incluso más, ya que siempre se tiene más reparo en cuestiones que afectan a los niños. ¿Y si mi hijo ha tenido coronavirus? ¿Y si se contagia entre dosis? ¿Qué pasa si entre la primera y la segunda dosis cumple 12 años? ¿Le puedo poner otras vacunas que le tocan próximamente? El Ministerio de Sanidad ha publicado en su página web el documento Recomendaciones de vacunación frente a COVID-19 en población infantil de 5 a 11 años, que fue aprobado por la Comisión de Salud Pública el pasado martes 7 de diciembre, en el que resuelve todas estas cuestiones.
Hagamos un repaso de las cuestiones que ya sabemos y de las dudas que resuelve este documento horas antes de que empiece la campaña. Muchos padres se cuestionan la pertinencia de vacunar a sus hijos ya que los niños no suelen desarrollar cuadros tan graves de la enfermedad. Según los datos de Sanidad de la población entre 5 y 11 años en la quinta ola, el 99,7% de los casos diagnosticados presentaron un cuadro leve (la mitad asintomáticos), el 0,21% precisó hospitalización y el 0,016% requirió ingreso en UCI pediátrica. De los 13 casos ingresados en UCI más del 50% presentaba alguna enfermedad grave de base (también un caso fallecido).
Sin embargo, los niños menores de 11 años son el grupo de edad con mayor incidencia de casos (547,22, según los datos del viernes), más de tres veces más que en otros grupos (mayores de 80 años o adolescentes). Le sigue en incidencia el grupo de 40-49 años (395,53), que se corresponde con la edad de la mayoría de los padres de estos niños, como recalcó hace unos días la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón. En un momento en el que la transmisión está disparada en muchas zonas, con seis comunidades autónomas ya en riesgo alto, la vacunación infantil «disminuiría la carga de enfermedad en este colectivo y puede disminuir la transmisión en el entorno familiar, en los centros educativos y en la comunidad, contribuyendo a la protección de las poblaciones más vulnerables», indica el documento de Sanidad.
Es decir, vacunar a los niños puede ayudar a contener el SARS-CoV-2. Sanidad menciona que un estudio de modelización muestra que con altas coberturas vacunales en población adulta, vacunar a los niños puede reducir hasta un 16% la diseminación del coronavirus.
Tiempo entre dosis
La vacuna que recibirán los niños de 5 a 11 años es Comirnaty 10 µg de Pfizer («con tapón naranja», indica Sanidad), un tercio de la que se ha administrado a los adultos. Es la única vacuna pediátrica autorizada por la EMA hasta la fecha (se prevé que se pronuncie sobre la de Moderna este mes). Se inyectan dos dosis en la parte superior del brazo, como en los adultos, pero el tiempo entre dosis es de ocho semanas, no tres. El objetivo es incrementar la respuesta inmune -«es bien conocido que la respuesta inmune a las vacunas es, en general, superior cuando la segunda dosis se administra con un intervalo mayor, como se ha observado en adolescentes entre 12 y 16 años», señala Sanidad- y conseguir vacunar en el menor tiempo posible con al menos una dosis a todos los menores entre 5 y 11 años.
En ese sentido, otros países siguen esta misma línea, como Canadá o Australia, que también recomiendan un intervalo de ocho semanas. EEUU, en cambio, pone la segunda dosis a sus niños a las tres semanas.
Sanidad recomienda, al igual que en adultos, «observar a la persona vacunada durante 15 minutos para detectar reacciones inmediatas». Si hay antecedentes de reacción alérgica grave, independientemente de la causa, el seguimiento se mantendrá hasta 30 minutos. Los efectos secundarios más comunes en niños son similares a los de los adultos. Incluyen dolor en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, dolor muscular y escalofríos. Suelen ser efectos leves o moderados y mejoran a los pocos días de la vacunación.
Se comenzará a vacunar a los niños inmunodeprimidos y de 9 a 11 años, descendiendo en edad (como en los adultos). El documento de Sanidad subraya que los niños pertenecientes a alguno de los grupos definidos con muy alto riesgo (el grupo 7 de la Estrategia, inmunodeprimidos, personas con tratamientos oncológicos, trasplante, hemodiálisis…) podrán ser priorizados «de forma paralela al avance de la vacunación por cohortes de mayor a menor edad». En esos casos con patologías y condiciones de alto riesgo, deben recibir una dosis adicional de la vacuna infantil al menos 28 días tras la última dosis de la pauta vacunal, e independientemente de si han pasado la infección.
¿Y si han pasado el Covid?
El documento de Sanidad establece para los niños con antecedentes de infección por coronavirus, «independientemente de la fecha de confirmación», una sola dosis a partir de las 4 semanas después del diagnóstico de la infección o fecha de inicio de síntomas. Si su hijo recibe la primera dosis y se contagia después, antes de recibir la segunda dosis, «se completará la pauta con una segunda dosis tras la recuperación y cuando hayan transcurrido 4 semanas de la infección, manteniendo también el intervalo de 8 semanas respecto a la primera dosis». Se aplicará para todos los niños con infección previa excepto los grandes dependientes y con condiciones de muy alto riesgo.
Si su hijo con 11 años recibe una primera dosis y cumple años en las próximas semanas, antes de recibir la segunda dosis, recibirá una segunda dosis de adulto (la recomendada a partir de los 12 años), con el intervalo establecido de 8 semanas para esa segunda inyección.
No se preocupe si sus hijos tienen pendiente alguna vacuna del calendario vacunal infantil. Las vacunas de ARNm (como la de Pfizer) para población infantil se pueden administrar conjuntamente con cualquier inmunización de ese calendario, en lugares anatómicos diferentes (que no sea en el mismo brazo, por ejemplo). Si no se administran conjuntamente, no hace falta esperar ningún intervalo entre las diferentes vacunas.
El Mundo
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!