Ciudad Guayana.- Tras casi cinco años como encargado de la diocésis de Ciudad Guayana, el monseñor Helizandro Terán atiende un nuevo reto impulsado por el papa Francisco: ser el arzobispo coadjutor de la arquidiócesis de Mérida, a cargo del Cardenal Baltazar Porras.

«La tomé con sorpresa, por el poco tiempo que he tenido aquí en Guayana, y con obediencia. Dios habla a partir de los superiores y eso ha de ser respetado», expresa el obispo de Guayana, en entrevista con Soy Nueva Prensa Digital.

La gestión del monseñor Helizandro Terán, de 4 años y 4 meses, deja huella en la  materialización de grandes avances en la Catedral Juan Pablo II. Aunque el proyecto continúa, Terán celebra haber hecho de la catedral una parroquia.

«El proyecto de la Catedral sigue adelante. Es mucho lo que hemos hecho en estos 4 años, pero lo más importante ha sido haber hecho de la catedral una parroquia, de la cual está al frente el padre Gerardo y ha hecho un gran trabajo como párroco», afirmó.

Que la catedral se haya trasformado en parroquia significa la constitución de una comunidad de fe estable, punto importante de la gestión del excelentísimo.

Confía en que un día, la iglesia será terminada. «Hemos mejorado la parte de abajo en muchos ámbitos, sabiendo que la parte de arriba, aún descubierta, será finalizada algún día», aseveró.

Sobre lo que deja acá, lo que se lleva y lo que le faltó por cumplir, explicó que faltaron varias visitas y proyectos por llevar a cabo, pero «dejo una praxis y un estilo de escuchar, de caminar, de hacerme presente donde sea requerido y hacer ver que el obispo camina con su gente y no alguien aislado», recalcó.

Helizandro Terán destaca en su conversación la experiencia y vivencias, recalcando el cariño de la gente, como lo más importante.

«Me llevo el amor de toda la gente», aseguró.

Diálogo por el futuro

La iglesia católica ha sido voz fundamental en el terreno político venezolano, sobre este punto, el Monseñor insiste en el diálogo como la vía para salir de la crisis general del país.

«Mientras no exista un diálogo, un proyecto país a discutir por los distintos sectores de la sociedad, yo creo que no se va a ver mucha luz en el futuro», enfatizó al respecto.

A su vez hizo hincapié en cómo se deben crear estrategias para lograr ser una nación próspera y espera que en ese camino, se considera a los más pobres y abandonados a recuperar una vida digna, «ojalá se pueda llevar adelante», subrayó.

También dedicó unas palabras sobre la labor del papa Francisco en la situación venezolana, actuación muchas veces tachada de complaciente y pasiva.

«El papel del papa no es quitar ni poner gobiernos, cuando ha tenido que hablar de ciertas situaciones del país, lo ha hecho. El deber del papa es el pastoreo, la vida cristiana», exclamó Helizandro.

Helizandro Terán reitera que la labor del máximo pontífice es «defender los valores del evangelio y desde ese marco, dar una visión internacional basada en eso valores».

Conflicto Rusia-Ucrania                         

Al ser consultado sobre la labor eclesiástica en la guerra entre la potencia rusa y el pueblo ucraniano, el obispo lamentó que sea el «pueblo» quien pague las consecuencias.

«La iglesia está haciendo un papel de socorro y ayuda en Ucrania con todo el pueblo, que son los que pagan los platos rotos de los políticos».

Defendió a las monjas y sacerdotes que están allá «dando la vida por los suyos».

El monseñor de Ciudad Guayana, quien ahora estará en el estado andino condena que el mundo esté en una «especie de barbarie» y reitera que «la paz, siempre será el fruto del diálogo». 

Víctor Solórzano

Pasante

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