Ciudad Guayana.- Gladys Ríos, docente de profesión y madre de Glauder Zorrilla asegura que nunca se imaginó la decisión que se tomó este miércoles 12 de agosto sobre el caso de Ángela Aguirre, donde dos de los siete implicados recibieron una condena de 29 años de prisión.

José Cedeño y José Zorrilla fueron condenados por femicidio agravado contra Ángela Aguirre, mientras que los otros cinco imputados, pese a que fueron absueltos,  permanecerán privados de libertad, porque el Ministerio Público apeló a un efecto suspensivo.

Ellos son: Glauder Zorrilla, Orlando Salazar, Wilmer Díaz, Joselyn Barreto y Dayana Nicieza. Este grupo fue acusado de femicidio agravado y suministro de sustancias nocivas en grado de cómplices no necesarios y omisión al socorro; este último cargo tiene una pena menor.

“Me encuentro desesperada, estamos viviendo momentos terribles, es una experiencia amarga. Los resultados de ayer (miércoles) nos sorprendieron bastante, era algo que no me esperaba, debido a la serie de experticias que se hicieron donde exculpaban a estos muchachos, ahora nos encontramos con todo esto”, dijo la señora Ríos en entrevista telefónica con Nueva Prensa Digital.

La corte de apelaciones ahora debe determinar si procede o no la apelación del Ministerio Público, entre tanto, Zorrilla, Salazar, Díaz, Barreto y Nicieza continuarán privados de libertad. No obstante, de ese grupo, tanto Orlando Salazar, Glauder Zorrilla y Wilmer Díaz, declarados culpables por omisión al socorro, ya cumplieron su condena.

“Hay mucha irregularidad en el caso. Como familiar nunca me había pronunciado, soy la madre de Glauder Zorrilla y estoy muy preocupada, porque a pesar de que la decisión de ayer fue dejarlo en libertad, estoy también preocupada por la situación de su papá (José Zorrilla): un señor serio, empresario, respetuoso, cómo es posible que le puedan hacer esto”, preguntó.

De acuerdo con el Tribunal Cuarto de Violencia contra la Mujer que inició el juicio en octubre de 2019, José Alberto Cedeño (20 años), el cumpleañero con el que celebraba Ángela Aguirre, la violó, asesinó y arrojó su cuerpo al río Caroní; mientras que José Zorrilla (46 años), propietario de la lancha con la que se trasladaron a la isla La Terecaya en Ciudad Guayana, fue señalado como principal cómplice y declarado culpable del mismo crimen.

“29 años de prisión, de una manera tan injusta, sobrepasando por todas esas pruebas evacuadas, es algo que no entiendo. Fueron más de cien pruebas promovidas por el propio Ministerio Público y por los familiares de la fallecida. Nosotros nunca promovimos testigos, nada, yo no entiendo cómo dieron este resultado, por qué tantas mentiras”, declaró Ríos con un tono de voz exaltado y angustiado.

“Mantuve silencio por respeto a los familiares, pero no me callo más. Me dejaron a mi hijo privado de libertad, porque ellos quieren que le den la misma condena”, aseguró.

Sobre el cargo que le imputaron a su hijo (omisión al socorro), Gladys Ríos afirma que la llamada de auxilio se hizo y así está descrito en el expediente del caso.

“A él (Glauder Zorrilla) le dejan el cargo de omisión de auxilio, pero quedó claro que esa llamada se hizo. Yo no puedo seguirme callando. Los familiares han mentido por tener influencias y han podido mantener esa mentira y a la colectividad engañada. A esos muchachos los quieren dejar encerrados y al papá de mi hijo también, por venganza”, manifestó.

Las autopsias

Por el suceso de Ángela Aguirre, ocurrido el 23 de marzo de 2019, se hicieron dos autopsias. La primera fue publicada el 26 de marzo de 2019 por el director general del Cicpc, Douglas Rico, en su cuenta de Instagram, en donde expresa que la causa de muerte de Aguirre fue por asfixia mecánica por inmersión con lesiones en las partes íntimas y hematomas.

La segunda autopsia, realizada días después y sin autorización de los padres, negaba lo descrito en el procedimiento forense anterior.

El 29 de marzo, Douglas Rico en rueda de prensa desde la Subdelegación Ciudad Guayana, indicaba que la segunda autopsia, que había durado cuatro horas y que fue  practicada por la unidad científica del Ministerio Público, arrojaba que el cuerpo de la joven estaba boca abajo y por la posición se generó la lividez postmortem (coloración rojiza-amoratada debido a una acumulación de sangre en esas zonas), además de rigidez cadavérica y la saponificación (abombamiento del cadáver).

“Quedo sorprendida cómo tomaron esa primera autopsia. De hecho, en ese entonces, Cicpc resguardó el cuerpo para que le hicieran una segunda autopsia y ayer tomaron en cuenta fue la primera que no entiendo quién la hizo. El último testigo que pasó fue el señor de la funeraria y él dejó claro que recibió un cuerpo al que no le habían hecho autopsia. Dijo que la patólogo que firmaba esa primera autopsia, Marlene López, se encontraba de vacaciones y recibió fue un certificado donde decía que (Ángela) murió por asfixia mecánica por inmersión (…) El propio Ministerio Público fue quien hizo la reconstrucción de los hechos, pasaron todo, ciento y pico de pruebas, cómo le van a dar esa condena”, insistió Ríos.

La madre de Glauder Zorrilla asevera que la segunda autopsia se realizó con presencia del director del Cicpc, Douglas Rico, personal del Ministerio Público y una patólogo de “años de experiencia”, dice.

“Ellos estuvieron presente en esa segunda autopsia. En mis manos tengo el mismo expediente que tienen los abogados, el Ministerio Público, la familia de Ángela Aguirre, allí no se ha cambiado nada, ¿Entonces cómo salen con esto, por qué los van a condenar? ¿Qué pasó con el audio? ¿Para eso no hay ley? De eso ya no se habla”, cuestionó.

Gladys Ríos hace referencia a un audio de llanto desesperado que grabaría Ángela Aguirre donde afirmaba que José Alberto Cedeño la había violado. Este audio fue encontrado por el Cicpc en el celular de la adolescente y reconocido por los padres de la víctima, aunque para la madre de Glauder Zorrilla se trató de un montaje y la voz de la grabación, según ella, pertenece a “Nathaly, la hermana de Ángela”.

Ríos durante la conversación telefónica con Nueva Prensa Digital manifiesta muchas preguntas de las que quiere respuestas. “¿Cómo es que la primera patólogo hace una autopsia en una hora y la segunda se hizo en seis horas? Nos callamos por mucho tiempo por respeto a las investigaciones, por respeto a los familiares… ¿Qué culpa tiene uno de la imprudencia de los jóvenes? ¿Dónde está la responsabilidad de ellos como padres?”.

 Sobre su hijo

Glauder Zorrilla de 21 años se separó de su madre cuando tenía 17 para mudarse con su papá, José Zorrilla, al sector Los Alacranes de San Félix. Es allí donde conoce a Ángela Aguirre y a su hermana, Nathaly Aguirre.

Su mamá cuenta que Glauder siempre sintió más afecto por Nathaly, “eran más amigos”; la relación de amistad con Ángela era más por el noviazgo con José Alberto.

Aclara que José Zorrila, padre, no conocía a la adolescente.

“Son jóvenes. Él hizo amistad con esas muchachas, vivían en la misma urbanización –no cerca- pero no era como la pintaron, que había confianza, que tomaba café en su casa, no. Mi hijo hizo mucha amistad con Nathaly, más que con Ángela, pero no había la misma confianza que tenía con José Alberto”.

De ese día, 23 de marzo de 2019, cuando Ángela Aguirre salió a celebrar el cumpleaños de José Alberto en el Centro Ítalo Venezolano de Puerto Ordaz y luego se trasladaron a la isla semiprivada La Terecaya, la madre de Glauder sostiene lo que refleja la segunda autopsia, que hubo relaciones sexuales consensuadas y  además, que no estaban bajo supervisión de adultos.

“¿Hasta dónde quieren llegar estas personas? Tú (Nathaly) conociste a mi hijo, por qué hacerle esto, tanto que compartían. Eso fue cosas de jóvenes, nada estaba fuera de lugar”, expresa con voz quebrada.

Gladys Ríos espera la libertad de su hijo. “¿Por qué no me lo entregan?”, se pregunta constantemente. Por este caso dice que ha perdido el sueño, que vive noches de sufrimiento y lamenta que las pruebas “no hayan servido de nada”.

Asegura que siente el dolor de la familia Aguirre por la pérdida de su hija, que lamenta que el resto de implicados sigan en la cárcel, que Dayana Nicieza, por ejemplo, esté separada de su hija de 5 años o que Joselyn Barreto haya cumplido sus 19 años encarcelada.

“Nadie tuvo la culpa, eso fue un accidente”.

Elías Rivas

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