New York
DiVincenzo de los New York Knicks en acción ante Philadelphia en el segundo juego de playoffs en el Madison Square Garden de New York. EFE

La rabia, el corazón y la fe de unos New York Knicks que jamás se dan por vencidos les dio este lunes el triunfo frente a los Sixers por 104-101 y el 2-0 en una serie que ahora viajará 150 kilómetros al sur hasta Filadelfia.

No fue una noche de altos vuelos y baloncesto espectacular en el Madison Square Garden, pero estos Knicks de impresionante sacrificio se manejan como nadie en los partidos atravesados, peleando en las trincheras y lanzando órdagos en cada rebote o balón dividido.

Parecía que todo estaba perdido para los neoyorquinos con un -5 a falta de 47 segundos, pero un triple de un Jalen Brunson negado durante toda la velada, un robo a Tyrese Maxey y un triple épico de Donte DiVincenzo con 13 segundos por jugarse le dio la vuelta al marcador entre el delirio de la afición local.

Maxey asumió la responsabilidad en los Sixers, pero su bandeja fue taponada por Isaiah Hartenstein.

Héroes de la noche

DiVincenzo (19 puntos), Hartenstein (14 puntos y 8 rebotes) y Josh Hart (21 puntos y 15 rebotes) fueron los héroes de esta noche mágica en la Gran Manzana.

Los de Tom Thibodeau esquivaron con victoria otra actuación muy desacertada de Brunson: el base anotó 24 puntos, pero con un pésimo 8 de 29 en tiros y en ningún momento pudo dominar a los defensores que Nick Nurse le puso encima (Kelly Oubre Jr., Kyle Lowry, Nicolas Batum…).

Por su parte, los Sixers se fueron de vacío tras acariciar un triunfo que habría sido crucial para robar el factor cancha y ahora tendrán que lidiar con el golpe moral de camino a Filadelfia.

Joel Embiid (34 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias) y Tyrese Maxey (35 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias) fueron los mejores de unos Sixers otra vez meritorios y otra vez sin premio.

Jamal Murray prolongó la pesadilla de los Lakers

Jamal Murray firmó este lunes una espectacular canasta sobre la bocina que culminó una remontada de veinte puntos de los Denver Nuggets contra Los Angeles Lakers (101-99) y le dio ventaja de 2-0 a los vigentes campeones de la NBA en la primera ronda de ‘playoffs’ contra los angelinos.

No tiene fin la pesadilla de los Lakers contra los Nuggets. La de este lunes fue la décima derrota consecutiva de los de púrpura y oro contra Denver, un rival que el año pasado los arrolló en las finales de la Conferencia Oeste y que viajará ahora a Los Ángeles para el tercer y cuarto partido con la moral alta tras una remontada de infarto.

Murray pasó de una noche deslucida, con seis puntos anotados en tres cuartos (3 de 16 en tiros de campo), a ser el héroe con un tiro en suspensión, con paso atrás ante el marcaje de Antony Davis, que desató la euforia absoluta en Denver.

Jokic, monumental

El canadiense acabó su partido con veinte puntos en otra noche asombrosa del serbio Nikola Jokic, el favorito para llevarse su tercer MVP, quien aportó un triple doble de 27 puntos, 20 rebotes y diez asistencias.

Dominante en la pintura, protagonista con dos triples, perfecto desde la línea de libre, capaz de dar pases de ‘quarterback’ desde su mitad de pista, Jokic llevó de la mano a sus Nuggets apoyado por 22 puntos de Michael Porter Jr y por una excelente actuación de líder de Kentavious Caldwell Pope. Sus seis puntos y tres asistencias no reflejan el peso que el ex de los Lakers tuvo en la reacción de los campeones.

Para los Lakers fue un durísimo golpe psicológico tras un partido en el que tuvieron 20 puntos de ventaja en el tercer período. No les bastaron los 32 puntos y once rebotes de un gran Anthony Davis ni los 26 puntos, ocho rebotes y doce asistencias de un LeBron que fue el último en rendirse. D’Angelo Russel aportó 23 puntos y siete triples.

Lo dieron todos los angelinos y colocaron contra la pared a los Nuggets.

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