La más grave iatrogenia es la resistencia que se produce por el uso inadecuado y abuso de los antibióticos. En nuestros grandes hospitales los médicos se enfrentan día a día, con la resistencia que ofrecen los gérmenes patógenos a los agentes terapéuticos que utilizamos en la lucha contra los virus, los hongos, parásitos y sobre todo contra las bacterias.
Algunos gérmenes patógenos, inicialmente muy sensibles a los antibióticos, como los estreptococos, podrían estar erradicados gracias a la antibioticoterapia, si no fuera por la resistencia que desarrollan las bacterias a los antibióticos usados contra ellos. No obstante, el descubrimiento y el uso de las sulfas y la penicilina, produjo un gran declive de la morbimortalidad por estreptococos (fiebre reumática, escarlatina, glomerulonefritis) y estreptococos neumonie (neumococo), este último productor de las neumonías complicadas con derrame pleurales, que a su vez disminuyeron de forma impresionante, gracias al uso adecuado de los antibióticos.
Igualmente existe la propiedad de mutar en los protozoos (plasmodium) y virus (respiratorios, retrovirus, corona virus), lo que hace especialmente difícil el tratamiento y la confección de una vacuna eficaz.
Es ya bastante conocida la mutación de los virus gripales. De ahí la composición cambiante de la vacuna antigripal y la aparición de la gripe A (H1N1).Se creía que el virus de la varicela-zoster era inmutable, sin embargo también presento una mutación. Es conocida la resistencia del virus del herpes simple y más recientemente del virus corona, responsable de la actual mortal pandemia.-
Del mismo modo, en la patología infecciosa parasitaria(paludismo), se hacen sentir las resistencias y así muestra nuevas perspectivas. El paludismo se ha hecho resistente en algunos casos, cosa que preocupa mucho debido a las pocas alternativas terapéuticas. Se extiende la preocupación por la resistencia a los antibacterianos, pero no es una cosa reciente: la historia de resistencia bacteriana a los antibióticos es larga, y no deja de continuar escribiéndose la historia con respecto a este tópico.-
La industria farmacéutica en los últimos tiempos no se ha dedicado con mucho entusiasmo a la investigación de nuevos antibióticos, al ser más rentables los dedicados a enfermedades de larga duración como la hipertensión arterial, la depresión, La hipercolesterolemia o la artrosis y otras enfermedades reumáticas.
Una de las medidas a tomar en cuenta para evitar la resistencia bacteriana es restringir su empleo a procesos donde verdaderamente estén indicados, y cuando se prescriban, procurar que la dosis y duración sean correctas. Si no se ejecutan estas observaciones en forma adecuada, favorecerá aún más la resistencia.
En resumen, la bacteria cuando se hace resistente pierde por completo o en parte su sensibilidad al antibiótico, el patógeno se modifica genéticamente, y esta información se pasa a los nuevos microorganismos generados, lo que no nos favorece en el manejo de nuestros pacientes con enfermedades infecciosas ya que en esta carrera, la resistencia bacteriana le gana a la industria farmacéutica y el medico se siente, no pocas veces, entre la espada y la pared,.-
En la actualidad se están haciendo los estudios para buscar las nuevas vías para vencer la resistencia bacteriana o viral, a los antibióticos y quimioterapicos, esta carrera no se detiene.-
Hasta la próxima.-.
Dr. Hugo Lezama Hernández.-
Puericultor-Pediatra. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).-
Secretario de Relaciones Institucionales de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Filial Bolívar.
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