Ginebra.- La pandemia ha desatado nuevas olas de rechazo a los migrantes y también el uso de éstos como arma política, unas tendencias «inaceptables», destacó en la víspera del día internacional dedicado a este colectivo el director general de la Organización Internacional para la Migración (OIM), António Vitorino.
Frente a la xenofobia, «la respuesta a la COVID-19 ha mostrado la importancia de los trabajadores migrantes para que todos estemos seguros», subrayó en un mensaje de vídeo con ocasión del Día Internacional del Migrante el responsable de la agencia de la ONU encargada de velar por los derechos de este colectivo.
Vitorino también condenó la impunidad con la que los traficantes de personas continúan operando en las principales rutas mundiales de migración, y exigió que se tomen acciones «para combatir a quienes explotan a los más vulnerables».
El principal responsable de la OIM subrayó que los migrantes no sólo benefician a los países de acogida sino también a los de origen, y recordó que el pasado año este colectivo envió a naciones en desarrollo remesas por valor de 540.000 millones de dólares.
Para poder aprovechar este potencial que presenta la movilidad humana, los gobiernos deben ir más allá de sus promesas e incluir a los migrantes en sus programas de recuperación económica postcovid, afirmó.
También «debe abandonarse el posicionamiento defensivo, que a menudo victimiza a los migrantes», subrayó Vitorino, quien pidió reforzar los esfuerzos colectivos y crear políticas que «aprovechen al máximo el potencial de la migración y al mismo tiempo protejan los derechos humanos de estas personas».
EFE
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