Naciones Unidas.- Al menos un tercio de los estudiantes menores de edad en todo el mundo no tuvo acceso a la educación en línea durante las cuarentenas decretadas en decenas de países para intentar contener la expansión de la COVID-19, según el último informe de Unicef, que insta a priorizar «la reapertura segura de los colegios».
«Para al menos 463 millones de niños cuyos colegios estuvieron cerrados por la COVID-19 no existió la enseñanza telemática», aseguró la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, en un comunicado difundido este jueves.
Fore hizo hincapié en que esta situación pone al mundo ante una «emergencia global» y advierte de que «las repercusiones pueden sentirse en las economías y las sociedades durante las próximas décadas».
Según el informe, durante el tiempo en que un número mayor de medidas de aislamiento estuvieron vigentes, cerca de un millón y medio de escolares se vieron afectados por el cierre de sus centros educativos.
Unicef ha calculado el número de niños afectados teniendo en cuenta las herramientas necesarias para la educación en línea y cómo esa tecnología, que va desde el acceso a la radio y la televisión, hasta el uso de internet, está disponible en los distintos países.
En este sentido, el organismo dependiente de la ONU, hace una disección de la situación por regiones donde muestra también las disparidades entre unas zonas del mundo y otras.
Así, recoge que por lo menos un 49 % de los escolares en la región del este y del sur de Asia no tuvieron acceso a la educación a distancia. Un porcentaje similar al del oeste y centro de Africa, donde un 48 % de los niños escolarizados no pudieron acceder a dicha tecnología.
Este porcentaje se situó en el 40 % en Oriente Medio y el norte de Africa, en el 38 % en el sur de Asia, el 34 % en el este de Europa y Asia central, en el 20 % en el este de Asia y el Pacifico y fue del 9 % en América Latina y el Caribe.
Pero más allá del panorama que presenta el estudio, Unicef advierte que «la situación es posiblemente mucho peor» ya que, según apunta: «incluso cuando los niños tienen la tecnología y las herramientas en casa, es posible que no puedan aprender de forma remota a través de esas plataformas debido a factores en el hogar».
Entre estos factores se destaca «la presión para hacer las tareas del hogar, verse obligados a trabajar, un entorno deficiente para el aprendizaje y la falta de apoyo para usar las herramientas en líneas o seguir el plan curricular».
Unicef también pone el foco de atención en que son los escolares de los hogares más pobres y los que viven en zonas rurales, los que tienen «muchas más posibilidades» de no ser capaces de tener acceso a la educación a distancia.
Por todo esto, la organización «urge a los Gobiernos que priorice una reapertura segura de los colegios cuando se empiecen a relajar las restricciones de aislamiento».
En caso de que la situación no permita el regreso físico a las escuelas, Unicef propone que se tenga en cuenta el tiempo de instrucción perdido cuando la reapertura se lleve a cabo.
EFE
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!