Miami (EE.UU.).- Grupos del exilio cubano ratificaron este viernes en Miami un acuerdo por la democracia en la isla durante un foro en el que EE.UU. anunció restricciones de vuelos a ese país y contó con la presencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, que instó a acabar con «la peor dictadura de todas».

Miembros de las organizaciones disidentes de fuera de Cuba ratificaron el acuerdo, suscrito en 1998, y lamentaron durante el evento, realizado en la Torre de la Libertad, la ausencia de los opositores de la isla, al señalar que el Gobierno cubano negó su salida.

Al foro titulado «Pasos del cambio en Cuba» asistieron además de Almagro altos funcionarios estadounidenses, como Carrie Filipetti, «número dos» del Departamento de Estado para Latinoamérica.

Más de un centenar de grupos disidentes se unieron y ratificaron el llamado «Acuerdo por la Democracia en Cuba», compuesto por diez puntos, que leyó el excongresista cubano-estadounidense Lincold Díaz-Balart.

Se trata de los «principios fundamentales de la Nueva República» de Cuba, explicó Díaz-Balart y recordó que hace más de veinte años fue aprobado por el exilio y que «cada palabra fue consensuada».

Entre otras, el pacto promueve el sufragio universal directo, el reconocimiento de la libertad de expresión, de prensa, y la legalización «inmediata» de todos los partidos políticos y demás organizaciones y actividades de la sociedad civil.

Según el acuerdo, «el presente régimen se ha mostrado incapaz de asegurar la libertad y la justicia y de promover el bienestar general y la solidaridad humana en nuestra patria».

El pacto, que fue suscrito por más de un centenar de organizaciones, llama a «una amnistía general para la liberación de todos los presos políticos».

En sentido, Filipetti alabó el «coraje» de los periodistas y activistas y denunció los atropellos contra estos opositores, especialmente se refirió a José Daniel Ferrer y otros tres disidentes que fueron detenidos el pasado 1 de octubre en Cuba tras una redada policial.

La funcionaria dijo que estos «abusos» no tienen que pasar desapercibidos y lamentó que el Gobierno de Cuba ha detenido a Ferrer bajo «falsas acusaciones para justificar su arresto».

Por su parte, Rosa María Payá, líder de Cuba Decide e hija del fallecido opositor Oswaldo Payá, denunció que Ferrer lleva «tres semanas desaparecido» y llamó a un minuto de silencio de los asistentes para «recordar a los más de 120 presos políticos».

Filipetti anunció al exilio cubano que EE.UU. prohibirá los vuelos comerciales a nueve ciudades de Cuba a partir del 10 de diciembre al tiempo que el Gobierno de Donald Trump lo informara en Washington.

La funcionaria, que subrayó que las sanciones «continuarán» y que no se pueden transar las oportunidades comerciales por los valores morales, detalló las nuevas restricciones en medio de la algarabía del exilio cubano.

La medida es «un esfuerzo por restringir los recursos que van al régimen cubano y de manera desproporcionada», dijo Filipetti a Efe.

En ese sentido, Almagro, el principal orador del foro, manifestó que «las políticas de apaciguamiento solamente dan oxígeno» e instó a «ser muy fuertes y ejercer la mayor presión» sobre una dictadura que «es la peor enfermedad que tenemos en el continente».

El secretario de la OEA afirmó que la región tiene una «deuda» con el pueblo cubano, que sufre «la peor dictadura de todas», «parasitaria» de Venezuela y «fracasada», e instó a librarse de todas los regímenes dictatoriales «empezando por Cuba».

Por su parte, Sylvia Iriondo, de Movimiento Democracia y Madres y Mujeres contra la Represión (MAR), manifestó a Efe que el acuerdo hoy ratificado es «sumamente importante» porque persigue un «cambio total, absoluto y verdadero» en Cuba.

Resaltó que es «unitario» y compartido por todas las organizaciones por encima de sus «diferencias estratégicas».

Filipetti agregó que es una «maravillosa oportunidad» para que los disidentes cubanos muestren que están unidos en su lucha por la libertad.

«Nosotros, como Estados Unidos, solo estamos aquí para mostrar nuestro apoyo a los activistas cubanos», dijo a Efe la funcionaria.

«Este encuentro declara una unidad de propósito», expresó por su parte Payá.

La activista sin embargo dijo que no son «ingenuos» y saben a quién se enfrentan, al lamentar que «decenas de activistas» de la isla deberían haber podido acompañar la firma del acuerdo.

«La gran mayoría de ellos fue impedido, violentamente en algunos casos», señaló.

EFE

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