El papa Francisco recordó este lunes a los «tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad» y pidió «actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso», en su discurso ante las autoridades de Timor Oriental, donde hace unos años se conocieron los abusos a menores por parte del obispo premio nobel de la paz en 1996, Carlos Ximenez Belo.
Su primer acto fue la reunión con Ramos-Horta y el discurso a las autoridades en el palacio presidencial, en el que, aunque sin citar a la Iglesia católica, no quiso olvidar «a los tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad» y añadió: «Este fenómeno está aflorando en todo el mundo y todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso y garantizar un crecimiento sereno a los jóvenes».
El Vaticano dio a conocer en 2022 que sancionó a Belo tras las acusaciones de abuso a menores durante los años 90, con algunas restricciones de movimiento, el contacto con menores, y le hizo exiliarse a Portugal, pero para una parte del país sigue siendo considerado un héroe nacional.
Francisco llegó este lunes a Dili, procedente de Papúa Nueva Guinea, para la tercera etapa de su viaje por Asia y Oceanía, y a su llegada decenas de miles de personas, en este país con cerca del 95 % de católicos, invadieron las calles para recibir al papa y se decretaron tres días de fiesta nacional.
En el resto del discurso, recordó el doloroso y reciente pasado que llevó al país a su independencia y afirmó que «a pesar que atravesar un período tan dramático de su historia, no perdieron la esperanza, y también porque, después de días oscuros y difíciles, finalmente ha despuntado un amanecer de paz y libertad.»
Y deseó que el ejemplo de este país pueda servir «también en otras situaciones de conflicto, en distintas partes del mundo, para que prevalezca el deseo de paz y de purificación de la memoria, para sanar las heridas, y combatir el odio con la reconciliación y la confrontación con la colaboración».
Entre los retos actuales del país entre los más pobres del mundo, Francisco citó «el fenómeno de la emigración, que constituye siempre un indicador de un insuficiente o inadecuado uso de los recursos, así como de la dificultad de ofrecer a todos un empleo que produzca un beneficio justo y que garantice a las familias los ingresos que correspondan a sus necesidades básicas».
Servicio de los indefensos
Así como también condenó «el abuso en el consumo de alcohol entre los jóvenes y su incorporación a las bandas que, envalentonadas por su conocimiento de las artes marciales, en lugar de utilizarlo al servicio de los indefensos, se aprovechan de él para exhibir el poder efímero y dañino de la violencia».
El problema de las bandas violentas que usan la artes marciales ha llevado incluso al gobierno a prohibir estas prácticas desde marzo de este año.
Para solucionar estos problemas, el papa instó a las autoridades a «una mejor gestión de los recursos naturales del país como el petróleo y gas» y que, consideró «podrían ofrecer posibilidades de desarrollo sin precedentes,»
Para concluir, recordando que el 65% de la población de Timor Oriental tiene menos de 30 años. instó al gobierno a invertir en la educación.
Y añadió improvisando: «No está en este discurso pero se lo quiero decir: Este éste un país lindo pero lo mejor que tiene un país es su pueblo. Cuiden a su pueblo, amen a su pueblo. Es un pueblo maravilloso».
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