Puy Mary, Francia. El Puy Mary, una cima que nunca antes había albergado un final del Tour de Francia, quedará registrada como una victoria de Eslovenia en la particular guerra contra Colombia en esta edición de la ronda gala.
Primoz Roglic y Tadej Pogacar distanciaron en las duras pendientes del volcán del macizo central a los cuatro colombianos que les persiguen, que se mantienen en el «top 10»: Egan Bernal, Rigoberto Urán, Nairo Quintana y Miguel Ángel López.
Pero entre los llantos de la derrota, emergió la sonrisa de Daniel Martínez, uno de los más prometedores corredores de Colombia, que se alzó con la victoria de etapa, su triunfo de más renombre menos de un mes después de haber ganado la Dauphiné labrada en las cercanas montañas de los Alpes.
Su triunfo estuvo plagado de pundonor y rabia, fue quien más creyó en él de entre la docena de escapados que formaron una fuga autorizada por el pelotón, pero también el más fuerte en el duro ascenso final, donde se la jugó a cara o cruz contra dos alemanes del mismo equipo, el Bora, Maximilian Schachmann y Lennard Kämna.
«Se lo dedico a mi hijo que está a punto de cumplir dos años», dijo el corredor del Education First, que por un día pudo abandonar las labores de escudero de Urán para perseguir su propia gloria.
Fue el único motivo de alegría para los colombianos en una jornada en la que Eslovenia se mostró más fuerte.
BERNAL VENCIDO
El gran derrotado fue Bernal, el defensor del título, que no pudo por menos que constatar que Roglic y Pogacar son ahora mismo más fuertes que él.
El ciclista del Ineos, que endureció la carrera porque se sentía con ánimo para ganar, se topó con la fortaleza de los eslovenos, que se marcharon en solitario tras un ataque de Pogacar y ningún otro pudo seguirles.
«Estoy bien, mis números son de los mejores, pero hay otros que están mejor», dijo el único colombiano en ganar el Tour, una declaración que suena a rendición.
Bernal cedió a Pogacar la segunda plaza y el maillot blanco de mejor joven. El de Zapaquirá es ahora tercero a 59 segundos del maillot amarillo y a 15 de su compatriota.
En la desolación, el jefe de filas del Ineos matizó que queda Tour para luchar y que es momento de mantener la calma.
El defensor del título atravesó la meta junto a Urán, que ahora es cuarto a 1.10 de los mejores.
La victoria de etapa de su compañero de equipo consoló al ciclista de Arró, que sigue soñando con subir por segunda vez al podio de París.
QUINTANA VUELVE A CAER
Veintidós segundos antes había entrado en meta «Supermán» López, el mejor de los cuatro colombianos que pelean por la general, que cedió 16 segundos con los eslovenos, pero que con el tiempo que había perdido en un abanico está ya a 1.31 de Roglic.
«Me encontré bien, pero me faltó un poco para estar con los eslovenos», dijo el ciclista del Astana, que tampoco pierde la fe en alcanzar el podio de París en su primer Tour: «Me siento muy motivado, el equipo está bien y seguimos en la lucha en busca de nuestros objetivos».
El otro gran derrotado del día fue Nairo Quintana, que ganó la meta a 40 segundos de los eslovenos y que cayó a la quinta plaza a 1.12.
El ciclista del Arkea sufrió una aparatosa caída en el descenso de la Montée de la Stele, cuando rodaban por encima de los 40 kilómetros por hora, junto su hermano Dayer y a su compañero y compatriota Winner Anacona.
Según el parte médico del equipo, sufre contusiones en las dos rodillas y los dos codos.
Aunque el de Boyacá pudo enseguida subir a la bicicleta y reintegró el pelotón de favoritos, su piel lucía alguna secuela del choque.
«Ahora solo me queda recuperar bien en los próximos días para afrontar la tercera semana», señaló el corredor.
Quintana, que persigue subir por cuarta vez al podium final del Tour, se ha caído ya tres veces desde el comienzo de la edición.
Su director, el francés Yvon Ledanois, aseguró que tras todas las desgracias sufridas el colombiano sigue bien situado en la general y el podio es «accesible».
EFE noticias
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