Miami.- Anne Hathaway es reconocida por su participación en “El diario de la princesa”, donde interpretó a una joven adolescente que no estaba lista para heredar la corona real de Genovia. Más tarde, fue la ayudante de Miranda Presley en “El diablo viste a la moda”. Ambas películas quedaron en la historia de la carrera profesional de la actriz.
Además también se destacó su papel en “Los Miserables” y “Pasante de Moda”, en esta última compartió pantalla con el gran Robert De Niro. Anne también fue un personaje clave en “Interestelar”, y en “Guerra de novias”.
Es por ellos, que la oriunda de Brooklyn tiene millones de fanáticos alrededor del mundo. Uno de los datos que más llaman la atención de los fans, son aquellos de índole personal de la artista, como por ejemplo su decisión de ser monja.
El mundo del cine la ha adoptado como una mujer referente de la excelencia en la pantalla grande. Sin embargo, antes de dedicarse a la actuación pasó por su cabeza la idea de enclaustrarse. Desde pequeña, Anne estuvo muy cómoda con las creencias católicas y religiosas de sus padres, y eso fue uno de los factores que la llevarían a ese camino.
No obstante, un giro en la vida familiar la hizo alejarse del catolicismo. A sus quince años, el hermano mayor de los Hathaway, llamado Michael confesó que era homosexual, y su familia lo apoyó incondicionalmente, no así la iglesia católica. Por lo que Anne, se alejó completamente de esa doctrina que proponía el vaticano.
Actualmente Anne Hathaway es una de las personas públicas defensora de la libertad de sexualidad, de sus derechos e inclusión en la sociedad. La hija de Gerald Hathaway y la actriz Kate McCauley, junto con el resto de los hermanos consideraron que Dios no podía rechazar de esa manera a uno de sus fieles.
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