En cuanto el reloj marcó las 10:30 de la mañana, Rafael Amaya llegó puntual a Smashbox Studios en Los Ángeles. «Y… ¿por dónde empezamos?», dijo el mexicano de 44 años presumiendo su encantadora sonrisa y excelente actitud tras saludar a cada uno de los integrantes del equipo de producción. «Vamos a darle».
Así fue. Durante las cuatro horas y media que duró la sesión de fotos de People en Español, Amaya se vistió con su nueva línea de camisas Amaya Western Style y Rafael Amaya Luxury Collection y le dio duro al trabajo para hacer posible su historia de portada que engalana la edición impresa de la revista a la venta ya.
Además de posar como él bien sabe hacer, el galanazo se aventó a hacer unas rápidas confesiones en video y hasta realizó un TikTok exclusivo.
«He cambiado muchas cosas, vamos envejeciendo día a día y vas cambiando tu forma de pensar, de ver las cosas. Es el día a día, el solo por hoy», dice Amaya, quien desapareció abruptamente de la televisión y las redes en el 2019 para luego reaparecer tras cumplir un programa de rehabilitación en la clínica Baja del sol, propiedad del exboxeador mexicano Julio César Chávez en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa.
«Siempre hay demonios y ángeles, pero tú decides. Y del pasado… ya pasó. No tengo poder sobre eso. Del futuro, no tengo poder sobre eso… solo del presente».
Por suerte, de esos demonios Amaya dice ya no querer saber más. «Antes no me podía divertir sin alcohol [y otros excesos], sin la fiesta», admite de su situación antes de darle un giro total a su vida. «Hay gente incluso que he vuelto a ver, y sin beber alcohol ya no tenemos nada de qué hablar».
A lo que agrega: «Digo: ‘Gracias, gracias Dios mío, por darme esta oportunidad de volver a ver a esta persona y darme cuenta. [En cambio, hay] gente que ni siquiera había cruzado palabra con ellos y ahora estamos platica y platica y tenemos una amistad. Son cosas buenas, positivas, que vas viendo en la vida y que dices: ‘¡perfecto!'».
Dentro de esas cosas positivas está su regreso a la pantalla chica en la serie Malverde: El santo patrón (Telemundo). «Eso estuvo muy bonito, la muestra de lealtad y también aceptar muchos errores que cometí, aceptar que somos seres humanos y que no está mal sentirse mal, que no está mal equivocarse, no somos robots».
«Nos puede pegar el ego, nos puede pegar la soberbia y si Dios te da una segunda oportunidad en la vida, pues qué bendición», asegura.
¿Regresará El señor…? «Estamos en eso. Depende de la empresa, estamos en pláticas y todo va muy bien. Lo principal aquí es darle a la gente lo que quiere y lo que pida… y lo siguen pidiendo», finaliza.
Agencias
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