Ciudad Guayana.- La falta de combustible en el país se ha convertido en un obstáculo para los venezolanos ya sea para ir a trabajar o simplemente para trasladarse por la ciudad en medio de una emergencia.
La demanda de las bicicletas ha ido en aumento desde el 2018, obligando a los venezolanos a emigrar de sus motos y autos. Sin embargo, este crecimiento ha traído como consecuencias que la reparación, compra y solicitud de repuestos para bicicletas sea incluso más costosos que las de un vehículo a motor.
El dueño de una pequeña tienda de repuestos de diversos vehículos comentó para Soy Nueva Prensa que actualmente recibe más clientes para rellenar los cauchos de una bicicleta que por reparación o chequeo de motos.
“Generalmente vienen a la semana cuatro o cinco personas para que les repare algo de la bicicleta, rellene los cauchos, preguntan por repuestos para su bicicleta. Por supuesto, he notado que ya no vendo tanto aceite para motor, ni tampoco vienen muchas personas para arreglar algo de su moto”, dijo el dueño.
Explicó que los precios para los repuestos de bicicleta van desde 7 hasta 40 dólares, dependiendo del trabajo o las piezas que necesite dicho medio de transporte.
“Una cadena para bicicleta cuesta 7 dólares mientras que una para moto es precio es casi similar. El cuerpo de una bicicleta para niños, sin ruedas, asiento, tripas ni cadena saldría entre 50 a 100 dólares, además que mi mano de obra por reparación o construcción es de 40 dólares. Todo esto es por la falta de gasolina”, agregó el señor.
Uno de los empleados de un negocio especializado en la venta, reparación y construcción de bicicletas tanto de uso cotidiano como de competencia, expuso que la más económica iba desde los 200 hasta los 300 dólares. Bicicletas para profesionales llegaban hasta 5 mil dólares.
No obstante, defendió el hecho que “siempre” serían más económicas que un auto o una moto, además de que el mantenimiento de las mismas era algo que se realizaba dos o tres veces por año, mientras que las motos podían tener “mañas” al menos una vez al mes.
A pesar de los diferentes precios que varían en el mercado en torno a las bicicletas, los venezolanos han visto un alivio momentáneo en no tener que depender de la gasolina intermitente que llega al país, por lo tanto Ciudad Guayana continuará con una fluctuación de bicicletas mientras nacen nuevas alternativas de transporte como las motos eléctricas.
Ruth Meyerowitz
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