Milán – Turín, Italia. El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) sigue en estado de gracia, como demostró ganando un duelo directo con el británico Adam Yates (Ineos) en la subida a la Basílica de Superga para apuntarse la 102 edición de la Milán – Turín, en la que Alejandro Valverde se clasificó décimo.
Roglic (Trbovlje, 31 años), triple ganador de la Vuelta a España, mantuvo el nivel mostrado el pasado en el Giro de Emilia, donde se impuso, para dar otra lección en la clásica más antigua del calendario, disputada entre Magenta y Superga con un recorrido de 190 km.
Esta vez con un duelo directo con Adam Yates, quien rompió el grupo de grandes favoritos que marchaban escapados y luego retó al esloveno por la victoria, pero Roglic estuvo imperial, aguantó los ataques del británico y lo remató en el tramo final para entrar en meta brazos en alto con un tiempo de 4h17:41.
El último impulso de Roglic le permitió entrar en meta con 12 segundos sobre Yates, impotente ante su rival. Por detrás llegaron el portugués Joao Almeida (Deceuninck) y el esloveno doble ganador del Tour de Francia Tadej Pogacar (UAE Emirates). El grupo de ilustres fue llegando a meta, con Alejandro Valverde en la décima plaza.
Era la victoria número 13 de Roglic en la temporada, que sirvió como ensayo general para Il Lombardía del sábado, último monumento del año, donde el rey de la Vuelta partirá como favorito, tal y como demostró en Superga, donde marcó las diferencias.
La carrera empezó animada con una fuga de cinco hombres, entre los que estaban los españoles Oier Lazkano (Caja Rural) y Joan Bou (Euskaltel), pero era un día para que asomaran los mejores.
Así lo quiso sobretodo el Deceuninck del doble campeón mundial Julian Alaphlippe, quien tiró a bloque a 45 km de meta para romper el pelotón y reducirlo por delante a 24 corredores, con los mejores en acción.
Hecha la primera gran selección el trabajo de la «manada de lobos» se centró en el doble ascenso a Superga (4,3 km al 9 por ciento y máxima del 14). Mauri Devenyns atacó subiendo para abrir una diferencia controlada de apenas 20 segundos que no puso nervioso a nadie.
El joven de 22 años coronó en cabeza y se lanzó en el descenso. Se avecinaba un duelo Deceuninck -UAE Emirates, pero la presencia de Roglic y Adam Yates no era de adorno. En el segundo ascenso probó el arcoíris Alaphilippe junto a Majka, uno de los hombres de Pogacar, pero el francés iba fundido y se apartó.
Apareció a cuatro de meta Yates para seleccionar un grupo de seis. Ese cambio de ritmo eliminó a Valverde, pero aguantaron Roglic, Pogacar, Almeida y Woods, a la vez que fulminó a Vansevenant, ya demasiado ‘tostado’.
Insistió el ambicioso Yates a 2,8 de la pancarta. Empezó ahí el duelo con Roglic, en todo momento seguro de sus movimientos y certero a la hora de la verdad. El británico soltó la última carta a 400 metros, pero para su desgracia se le pegó a rueda su rival.
Roglic reservó una bala, la definitiva, para el disparo a 200 metros de la línea que le permitió inscribirse en el palmarés de la Milán Turín. Un aviso, además, para Il Lombardia.
EFE noticias
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