En Rusia se han iniciado los ensayos clínicos de una nueva vacuna nasal contra el COVID-19. Durante las dos primeras fases del estudio, los expertos analizarán la seguridad del medicamento y su capacidad de producir anticuerpos contra el virus.

Desde el Centro Gamaleya, que produce el fármaco, afirman que este no solo protegerá contra la enfermedad más dura tras el contagio con ómicron, sino que también prevendrá infecciones con esta mutación.

Desde el centro de investigación ruso han advertido que aquellos vacunados con Sputnik V, y la nueva vacuna nasal, no propagarán el coronavirus.

Y es que con ellas se formarán los anticuerpos secretores de la membrana mucosa, generando una segunda barrera contra el virus.

Los primeros pasos

“Por ahora es difícil hablar sobre las ventajas en comparación con la vacunación con una aguja, pero en el curso del estudio clínico exploraremos sus resultados”, explicó Irina Prónina, especialista en estudios clínicos de la Universidad Séchenov, en declaraciones a RT.

Para ello, los primeros cinco voluntarios se sometieron a rigurosos exámenes médicos durante semanas y un estudio previo para comparar el comportamiento de la medicina tras ser aplicada.

“Todo el mundo ya conoce Sputnik V, una vacuna que también comenzó en las paredes de la Universidad Séchenov, fuimos nosotros quienes comenzamos la primera fase de prueba en voluntarios sanos en el 2020, y aquí, de hecho, ahora estamos estudiando su variante nasal”, comentó Daria Kurguzova, médica clínico-farmacóloga, especialista superior en estudios clínicos del Centro de investigación de medicamentos de la Universidad Séchenov.

Aplicación sencilla

Se trata de un hito no solo para el centro médico de la universidad, sino también para sus alumnos: los propios estudiantes se ofrecieron voluntarios.

Esta nueva vacuna avanza ahora a la fase de ensayos clínicos en personas. Y para ello, cada uno de los voluntarios realiza primero, como es habitual, el examen de sangre, el PCR, y luego se les aplica esta nueva vacuna, que es bastante sencilla y especial para aquellos que temen aplicarse las inyecciones, y es que solo consiste en esparcir un aerosol.

Primera voluntaria

La primera, de un total de cinco voluntarios en recibir la nueva variante nasal, fue Victoria Vorsina.

“Estoy estudiando para médico investigador en la Universidad Séchenov y en el futuro me dedicaré a la ciencia, así que quiero ser la primera en probar esto y entender cómo funciona”, aseguró la estudiante.

Y añadió: “Después de la vacunación me siento bien, no hay sensaciones inusuales, no me duele nada, vine aquí de buen humor y con bienestar e igual así me voy”.

Rumbo a la próxima fase

Los cinco voluntarios aseguraron sentirse bien, aunque algunos habrán recibido una dosis de placebo y otros la real.

Solo lo sabrán al finalizar el estudio, cuando al cabo de 6 semanas, otras 100 personas voluntarias también se hayan sometido a la vacuna nasal y así avanzar a una nueva fase de ensayos clínicos para esta variante de la vacuna, que promete agilizar el proceso de vacunación, pero, sobre todo, reforzar la inmunidad de los pacientes y evitar que se propague el virus.

Agencia

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