Leópolis (Ucrania).- Ucrania informó hoy de que el ataque ruso contra un convoy humanitario en la ciudad de Zaporiyia que dejó al menos treinta muertos y 88 heridos fue llevado a cabo con misiles S-300 modernizados, con un alcance mucho mayor que sus predecesores.
Así lo confirmó en televisión el titular del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky, según un comunicado ministerial que recogen las agencias ucranianas.
Precisó que, según los artificieros, el misil explotó nada más tocar el suelo, mientras que las versiones anteriores de este artefacto detonaban hundiéndose varios metros en el suelo, de manera que formaban profundos cráteres, pero golpeaban a menos personas que se encontraran cerca del lugar del impacto.
«Esto se hace para que muera la mayor cantidad de gente posible. Y ahora hemos visto lo letal que es y cuántas personas pueden morir», dijo.
Recordó que en el ataque, en el que las tropas rusas lanzaron 16 misiles, murieron treinta personas, entre ellas dos niños, y agregó que entre los fallecidos figura también un policía, mientras que otros 27 agentes sufrieron lesiones.
Agregó que «de momento, las estadísticas no han aumentado» y señaló que «las primeras 24 horas son las más difíciles y cruciales».
«Cada vez que estoy en uno de estos lugares -Kremenchuk, Vinnytsia, la región de Odesa, Zaporiyia- constantemente me hago la pregunta de por qué los rusos hacen esto, qué quiere lograr Putin», declaró.
Según el ministro, ahora tiene absolutamente claro que las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, «están hechas con sangre» y que Rusia está mostrando al mundo entero en Ucrania «lo que significa la ‘paz rusa'».
EFE
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