Santiago de Chile, Chile. El club Colo Colo toma su nombre de un cacique mapuche, incluso lleva su imagen en el escudo, y su cancha, el estadio Monumental en Santiago de Chile, cumple este lunes 20 de abril 45 años como la «ruca» (casa, en idioma mapudungún) en donde el equipo ha forjado su leyenda como el más laureado de Chile.
Un lugar en el sur de la capital chilena que se convirtió a mediados del siglo pasado en el primer estadio de propiedad del club, que vendió los terrenos adquiridos años antes en el centro de Santiago de Chile para comprar los que actualmente alojan el Monumental.
Las obras comenzaron en 1957 y la cancha no se inauguró hasta 17 años después, todavía sin terminar, un 20 de abril de 1975 con el partido correspondiente a la segunda jornada del torneo local frente al Deportes Aviación y que terminó con victoria por la mínima para ‘el Cacique’.
EL PRIMER GOL EN EL MONUMENTAL
El gol de aquel partido, el primero que se anotó en las porterías de la «ruca», lo anotó el delantero Juan Carlos Orellana, en aquel entonces con 20 años y el dorsal «11» en la espalda, y actualmente con 64 años de edad, quien explicó a Efe que recuerda la jugada como si «fuera el día de hoy».
«Fue una subida del lateral, proyectó la pelota hacia Julio Crisosto, que era el centrodelantero nuestro. Yo le piqué en diagonal, él me la dio y a la entrada del área metí un zurdazo seco al palo de arriba. Le pegué bastante fuerte y salió un bonito gol», recordó emocionado.
Orellana reconoció que a pesar de ser historia viva del club y del estadio, cuando se retiró pasó unos 20 años sin pisar el Monumental, pero hace dos años regresó de nuevo a salir por el túnel de vestuarios para recordar en un homenaje ante la afición aquella jugada memorable.
«Fuimos hasta el arco en donde marqué el gol. Uno se para ahí y empieza a vivirlo como si fuera el primer día que estuvo allí. Muy emocionante», explicó Orellana.
Hace 45 años que el exfutbolista chileno quedó en los anales de la historia colocolina al convertirse en protagonista del primer partido del equipo en un estadio propio medio siglo después de su fundación (1925).
Sin embargo, solo se pudieron jugar cinco partidos en el estadio antes de que volviera a clausurarse para acabar su construcción y volver a ser reinaugurado en 1989.
Orellana no volvió nunca a jugar en el Monumental después de aquellos partidos de 1975, pero su gol quedó para la posteridad de la historia del estadio.
EL DÍA MÁS GLORIOSO
También quedó en la memoria de la cancha el encuentro del 5 de junio de 1991, la vuelta de la final de la Copa Libertadores, Colo Colo frente al Olimpia paraguayo, tras un empate 0-0 en Asunción en la ida.
Aquella tarde de invierno (austral) en Chile, el Monumental albergó en sus gradas 66.517 aficionados que vieron a su equipo levantar el entorchado continental tras golear 3-0 al ‘Decano’ de Paraguay.
En concreto fue el día más importante de la carrera de Luis Pérez, quien con 27 años y el «19» a la espalda anotó dos de los tres tantos de aquella final, en apenas cinco minutos (12 y 17) y fue destacado como el mejor jugador del partido.
«Había mucha efervescencia y expectación, y las tribunas eran exorbitantes. Nunca se ha vivido un partido con las características que tuvimos nosotros esa noche. Marca un hito superimportante en la historia del deporte y especialmente para Colo Colo», dijo a Efe Pérez, actualmente de 56 años.
Para él, explicó, el Monumental es su tercera casa, tras la de sus padres y la suya propia, y desde pequeño ya encontró una relación especial con el estadio.
«Con 13 años, fui viendo su construcción porque cuando estaba en el colegio me escapaba muchas veces para ver los entrenamientos. Lo fui viendo crecer con el tiempo. Con 13 años ni soñaba la posibilidad de jugar una final en ese estadio. Es un hito muy importante y especial en mi vida», afirmó.
UN LUGAR ESPECIAL PARA JUGAR AL FÚTBOL
El estadio es la casa del Colo Colo, fortín y fortaleza donde, apoyado por un público actual de 47.347 hace sudar a los rivales para sacar puntos.
Pero si hay algún lugar especial en la cancha, además de ser una olla a presión excavada bajo el nivel de suelo que acrecienta el calor de la afición local, ese es el túnel de vestuarios, señaló Pérez.
«Es una sensación especial cuando estás dentro. El cierre de ese túnel, lleno de leyendas, fotos, estrellas, campeonatos… te hace entrar a la cancha volando, una sensación tan linda que te hace no poder defraudar la historia del club y tienes que entrar a matar», agregó.
EL DÍA DE LA TRAGEDIA
Además de lo laureles conseguidos por el Colo Colo sobre el césped del Monumental, el estadio registra momentos y situaciones que también han marcado estos 45 años, como la visita del Real Madrid en 1993.
Aunque los albos ganaron 2-0 a un equipo integrado Fernando Hierro, Míchel o el chileno Iván Zamorano, la tragedia ocurrida tras el desplome de una de las gradas, que acabó con un muerto y 70 heridos, empañó la victoria colocolina.
PARA LA ROJA
En cuanto a la selección chilena, el Monumental no ha sido un escenario habitual (apenas 7 partidos oficiales), aunque entre sus gradas se recuerdan todavía los cinco goles de Zamorano en el estreno de la Roja en el estadio en abril de 1997 frente a Venezuela (6-0) en la fase de clasificación para el Mundial de Francia 1998.
También en la «ruca», en un amistoso que Chile ganó 2-0 a Uruguay, la afición del país austral despidió el 17 de octubre de 2010 a Marcelo Bielsa como seleccionador nacional con una pancarta en la que se podía leer «Don Marcelo Bielsa, Chile le agradece».
EFE noticias
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