Doha. Dos reclamaciones han sido necesarias para reparar la injusticia de que fue objeto el español Orlando Ortega la noche del miércoles en la final de 110 m vallas de los Mundiales de Doha.
A la segunda, el Jurado de Apelación ha reconocido la evidencia: Ortega fue obstaculizado por el defensor del título, el jamaicano McLeod, cuando el habanero se disponía a ganar su primera medalla en un Mundial.
Nunca se sabrá si iba a ser la de plata o la de bronce, pero a la vista de las nuevas pruebas aportadas por el equipo español, el Jurado ha resuelto concederle una medalla extra en la carrera, y que Ortega comparta el tercer peldaño del podio con el francés Pascal Martinot-Lagarde.
El estadounidense Gran Holloway, líder mundial del año con 12.98, fue el ganador, con un crono de 13.10, de la accidentada final, en la que Ortega iba en posición de medalla para afrontar el último tramo de la prueba, precisamente donde se muestra más letal, y sin embargo, embestido por McLeod, terminó quinto.
La medalla de plata fue para el ruso Sergey Shubenkov con 13.15 y la de bronce para el campeón de Europa, el francés Pascal Martinot-Lagarde (13.18).
La IAAF anunció que España había presentado una segunda reclamación y que el Jurado ha reconsiderado el caso a la vista de la obstrucción por parte de McLeod, de forma que admite la apelación y resuelve que Ortega sea galardonado también con la medalla de bronce.
La primera reclamación española, presentada la noche del miércoles inmediatamente después de la carrera, fue desestimada por el Jurado de Apelación alegando que el suceso «no es infrecuente en pruebas de vallas».
España reclamaba que se repitiera la final o bien que, en justa reparación por el perjuicio sufrido, se le concediera al atleta español la medalla correspondiente al puesto que ocupaba en el momento del incidente (tercero según el escrito).
McLeod, que derrotó a Ortega en la final olímpica de Río 2016, fue descalificado aquí en Doha, pero el español terminó quinto. El habanero, desconsolado tras la carrera, habló directamente de «robo» y de «injusticia».
No encabezaba el ránking mundial de 110 m vallas, pues tiene por delante a dos estadounidenses (Holloway, el único que ha bajado de 13 segundos, con 12.98, y Daniel Roberts, 13.00), pero Ortega llegaba a Doha en su mejor momento: tras ganar doce de sus quince carreras este año y en Lausana, con 13.05, a una sola centésima de su récord de España.
El cambio de aires le ha sentado bien al subcampeón olímpico, que desde marzo pasado, sólo unos días después de su fracaso -era el favorito, pero acabó cuarto- en los Europeos en pista cubierta de Glasgow, se entrena en Chipre con el grupo de Antonis Giannoulakis. Hasta entonces, Orlando había trabajado con su padre.
EFE
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