Crean un innovador y singular atractivo turístico en la Patagonia argentina, se trata de un sendero concebido para explorar el micoturismo como una forma de turismo activo y sustentable en la exploración del patrimonio natural.
Esta iniciativa se desarrolló por la colaboración entre el equipo de Turismo Rural Comunitario de la comunidad Mapuche-Tehuelche de Sierra Colorada, el CIEFAP y la Secretaría de Turismo de Trevelin, Argentina, .
Localizado cerca de Trevelin, en el área de Sierra Colorada, este Sendero de Micoturismo inaugura una propuesta turística que brinda a la comunidad y visitantes una novedosa experiencia recreativa centrada en la observación e información sobre los hongos silvestres comestibles.
Esta ruta temática sobre el micoturismo permite a los turistas descubrir una diversidad de hongos en Sierra Colorada, acompañados por guías que les explicaran su vinculación con la gastronomía y los saberes tradicionales.
Se destaca que esta excursión puede realizarse en cualquier época del año, aunque la temporada óptima para la observación de hongos es durante el otoño y la primavera. El costo por persona es de 5,000 pesos y podrán reservar con antelación a través de la Secretaría de Turismo de Trevelin.
Tal iniciativa busca fortalecer la oferta turística local y regional, en línea con un enfoque regenerativo de turismo sostenible.
El secretario de Turismo de Trevelin, Juan Manuel Peralta, enfatiza que «esta excursión responde a la tendencia de un turismo sostenible con enfoque regenerativo ya que, más allá de la actividad, quienes la realizarán adquirirán conocimientos del funcionamiento del ecosistema y el increíble mundo de los hongos presente en Sierra Colorada».
Impulso económico social
El innovador Sendero de Micoturismo es parte de una iniciativa más extensa que busca beneficiarse de los hongos comestibles para impulsar la economía social de las poblaciones rurales mapuches y criollas.
La ruta iniciará con una visita a «La Casita de Lala», un espacio reconocido en la ciudad por su gastronomía ancestral, que incorpora recetas con hongos de la región.
En este lugar, una familia acoge a los turistas, invitándolos a sumergirse en la historia de los pueblos originarios.
Posteriormente, se comienza un trekking por el sendero, que abarca menos de dos kilómetros, y permite a los participantes conocer sobre las diversas especies de hongos, disfrutar de los pintorescos paisajes locales y ver las vivencias e historias de los habitantes de la comunidad y sus ancestros.
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