Trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) se muestran preocupados ante rumores sobre una posible privatización que pudiera afectar algunos puestos de trabajo.
Representantes del movimiento sindical «Unidad en la Coinicidencia», denunciaron este martes, 23 de agosto, que «ningún inversionista serio tiene capital para botarlo. Una decisión de inversión del calibre de Sidor pasa por un riguroso estudio y análisis de orden operativo y técnico».
También rechazaron el «hermetismo» con el que se está llevando la visita de parlamentarios mexicanos, siendo este país una de las naciones que más producción de acero tiene en el continente.
Estas visitas surgen en el marco de varios anuncios por parte del Ejecutivo como las de ofertar las acciones de las empresas públicas del estado. De hecho, Nicolás Maduro expresó la semana pasada que se está finiquitando las relaciones con un inversor que «le meterá billete y tecnología a Sidor», pero no informó detalles.
«Queremos información»
Los obreros de la siderúrgica más grande e importante del país, denunciaron que el Estado no les está informando sobre ningún proceso de privatización.
«El Gobierno tiene que entender que debe consultarles las cosas a los trabajadores. Eso no puede ser así como así. Las cosas no van a ser tan mantequilla como ellos lo creen. La masa laboral de Guayana se va a oponer a ese proceso de privatización a ultranza que quiere hacer el Gobierno», expresó el representante de los accionistas clase B de Sidor, Pedro Rondón.
Por otra parte, uno de los delegados de prevención de la Siderúrgica del Orinoco, José Márquez, insistió en que el problema no pasa por la privatización, sino por exigir que los derechos laborales no pasen desapercibidos en la negociación.
«Nosotros tenemos que internacionalizar los salarios. Hay que entender que este Gobierno no puede recuperar nada, necesitamos de la inyección del capital privado. El problema es que este Gobierno quiere vender la empresa a los inversionistas con unos trabajadores que perciben un sueldo muy bajo», manifestó el sidorista José Márquez.
«Si aquí van a privatizar, pero van a ignorar los contratos colectivos, entonces el trabajador tiene que exigir salarios a nivel internacional. El problema no es la privatización, el problema es cómo nos van a pagar estos nuevos patrones», añadió.
El experto en Derecho Laboral, Ramón Sosa, explicó para Soy Nueva Prensa Digital cuáles son los procedimientos que se deben mantener durante una posible privatización.
-¿Los trabajadores de Sidor deberían estar informados ante un posible proceso de privatización?
-Sí, por supuesto. Hay que recordar que Sidor es una empresa del Estado. Todos los ciudadanos, de una u otra forma, tenemos participación en ese tipo de empresas. Por eso es que, si se va a hacer, debe tener la participación de los trabajadores.
-Ellos deben tener algún tipo de voz dentro de las negociaciones. Pueden exigir algunos derechos y plantear algunas situaciones o exigir el cumplimiento de obligaciones y pasivos que estén adeudando a los trabajadres.
Un caso no muy lejano es el de Maderas del Orinoco. Esta empresa vendió 49% de sus acciones a una empresa turca; sin embargo, la venta vino con un despido masivo de 700 trabajadores aproximadamente.
-¿No existen riesgos que se repita lo de Maderas del Orinoco en Sidor?
-No. Esta firma privada que llegó a Maderas del Orinoco se valió de varios mecanismos de corrupción para que el Inspector del Trabajo autorizara esos despidos. Fueron actos ilegales.
-La masa laboral de Sidor es muchísimo más fuerte. Necesariamente tienen que llegar a varios acuerdos con los trabajadores. No pueden despedir a esa cantidad de personas. Eso se convertiría en un gran problema. Sobre todo, en estos momentos que estamos bajo la mirada de distintos organismos internacionales.
-En Venezuela existe inamovilidad laboral. No se puede despedir a nadie sin una calificación de despido. Lo que puede hacer el nuevo patrono, fue lo que hicieron los argentinos cuando adquirieron Sidor: ofertas económicas para que el trabajador mismo renuncie.
Los pasivos laborales
Unidad en la Coincidencia hizo énfasis en los pasivos laborales que tiene la Siderúrgica del Orinoco.
«Por ningún motivo puede pasar por debajo de la mesa los derechos contractuales, la nómina del personal y el perfil del talento humano que obligatoriamente involucra los pasivos mercantiles y pasivos sociales de los trabajadores», puntualizó el movimiento sindical en un comunicado.
Ramón Sosa recordó que cualquier tipo de pasivo debe ser transferido a los nuevos patrones de la empresa.
«El pasivo va permanecer allí. Lo que se debería es generar ciertas presiones para que esos pasivos se cumplan, porque cuando se va vender hay que presentar a los inversionistas cuáles son los pasivos y los activos de la empresa», concluyó Sosa.
«Vínculos productivos»
El gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano, fue el guía de unos parlamentarios mexicanos y del embajador de Venezuela en México, Francisco Arias Cárdenas.
La Gobernación informó que en esta visita se buscaba establecer vínculos productivos entre las dos naciones.
«Quisimos conocer los procesos productivos de cada empresa, sus presidentes nos dieron un recorrido a través de una exposición de cómo se lleva el proceso. Evaluamos las oportunidades y establecimos las vías de contribución para que nuestros pueblos ganen, mediante estas posibilidades y fortalezas», expresó el embajador Francisco Arias Cárdenas.
Pese a que no existe ningún pronunciamiento oficial sobre la privatización de la siderúrgica, las autoridades gubernamentales de Venezuela expresaron que esta era una visita que tenía como fin negociar con México. Por este motivo los sidoristas encendieron sus alarmas.
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