Roma, Italia. La Federación de Fútbol Italiana (FIGC) está dispuesta a actuar con todas las medidas necesarias con tal de terminar la temporada 2019-2020 de la Serie A y, entre las hipótesis extremas, está la de organizar partidos únicamente en el centro y en el sur del país, sin competir en el norte, la zona más afectada por el coronavirus.
Han pasado ya 38 días desde la disputa del último partido de la Serie A y el fútbol italiano se enfrenta a pérdidas que pueden alcanzar los mil millones de euros entre taquillas, patrocinadores y derechos televisivos, por lo que para la FIGC es fundamental acabar el año futbolístico y contener un tremendo perjuicio económico.
El coronavirus ha causado ya más de 20.000 muertos en Italia y ha llevado al límite el sistema sanitario del país, sacudiendo particularmente el norte, con Lombardía, Piamonte y Véneto como regiones más afectadas.
Y si las medidas de confinamiento y contención del virus están dando las primeras, lentas, señales de mejora, en este momento sigue siendo muy complicado volver a organizar partidos de fútbol en condiciones de seguridad, incluso a puerta cerrada, en particular en el norte del país.
Una situación que convenció al presidente federal Gravina para tomar en consideración la hipótesis extrema de «cerrar» futbolísticamente el norte, donde tienen su sede la mayoría de los clubes de la Serie A, y competir en el centro y sur del país.
«Sería difícil jugar en Milán, Bérgamo, Brescia o Cremona. Un campeonato al sur del (río) Rubicón, sin partidos en el norte, es una posibilidad», reconoció Gravina en una reciente entrevista, al mencionar el célebre río que pasa por la norteña región Emilia-Romagna y desemboca en el mar Adriático.
Lo que sí tiene completamente claro Gravina es que «no hay fecha límite» para terminar la Serie A. Está dispuesto a aplazar hasta noviembre la presente edición 2020-2021 con tal de concluir el curso y evitar una larga serie de problemas jurídicos entre los clubes, las televisiones y los patrocinadores.
«No hay una fecha límite. Seguiremos las demás ligas europeas. Si nos permiten jugar en junio, terminaremos a finales de julio y, después, habrá las Copas europeas. Si debemos reanudar la competición en septiembre, terminaremos este campeonato en noviembre y empezaremos el siguiente en enero», aseguró.
«Estudiamos todas las hipótesis. Una es organizar las competiciones en un año solar, pero, repito, es necesario coordinarse con todas las federaciones europeas. De no ser así, terminaremos el campeonato en mayo, antes de la Eurocopa», prosiguió.
Mientras, la Comisión médica de la FIGC se reunió a través de una videoconferencia este miércoles para establecer un plan a seguir a partir del 4 de mayo, cuando, según el actual decreto del Gobierno, terminará el estado de alarma y los clubes deportivos podrán volver a organizar entrenamientos.
Será necesario convocar a las plantillas 72 o 96 horas antes de empezar las concentraciones para someterlas a unos exámenes serológicos y comprobar que no haya positivos entre los jugadores ni entre los cuerpos técnicos.
Los entrenamientos deberán organizarse en centros deportivos desinfectados y los jugadores deberán realizar una nueva preparación al estilo pretemporada antes de poder, si se dan las condiciones de seguridad necesarias, volver a competir.
En este momento, la Serie A se encuentra suspendida desde el 9 de marzo, con el Juventus Turín como líder con un punto de ventaja sobre el Lazio, segundo, y nueve sobre el Inter de Milán, tercero. Andrea Montolivo
EFE noticias
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