A Coruña, España. Por segunda temporada consecutiva, el internacional venezolano Christian Santos no está teniendo el protagonismo que esperaba ni cumpliendo las expectativas que tenía el Deportivo cuando le incorporó, situación que le ha llevado a estallar para dejar claro públicamente su malestar.
Con ese objetivo y el de hacer feliz a su padre, nacido en Ourense y emigrado a Venezuela, se desvinculó del Alavés, con el que militaba en Primera División, y aceptó la propuesta de la entidad gallega.
Interesado por las raíces de su progenitor, por la cultura gallega (pronto inició clases de gaita), quería conseguir la estabilidad en A Coruña, pero en el césped no lo ha logrado.
Se tomaba el Deportivo como «una oportunidad de reinvindicarse» después de que en la última temporada con el Alavés apenas hubiera participado en diez encuentros de Liga y dos de Copa del Rey, con tres goles como aportación.
En el conjunto coruñés quería «repetir» el rendimiento que ofreció en el Holanda con el NEC Niemejen, al que había dado 41 goles.
Santos firmó por dos temporadas con opción a una más y sus primeras semanas en A Coruña fueron complicados ya que se lesionó en un amistoso de pretemporada y tuvo que ser intervenido de un absceso en un pie.
Después, una lesión muscular le impidió estar en el inicio de la temporada y lo acusó.
La temporada la acabó con 21 partidos disputados, seis como titular y tres goles, pero sin continuidad en los planes de su primer técnico en A Coruña, Natxo González, ni con el segundo entrenador del Deportivo ese curso, José Luis Martí.
Ya en el mercado invernal de la campaña pasada se barajó su salida y fue, según el director deportivo, Carmelo del Pozo, el deportivista con «más ofertas» en aquella ventana, pero no se consumó su marcha.
«Él vino para ser importante, se lesiona en pretemporada, cuando arranca se tiene que ir con la selección, salen los delanteros que salen y meten goles y en noviembre-diciembre él se plantea la salida y yo le entiendo y empieza a valorar cosas», relató el responsable del área deportiva en febrero.
Para entonces, ya se había puesto en manos de un coach y, según Del Pozo, había dado «un giro bestial en lo personal».
«Entiende que el reto es integrarse más, participar más, y estamos sorprendidos. Soy de los que piensa que los delanteros no pueden irse en enero. Decidió quedarse y nosotros encantados. Es otro Christian Santos», señaló hace nueve meses el director deportivo.
El equipo se quedó al borde del ascenso en un playoff en el que Santos no tuvo participación, y en verano se barajó nuevamente su salida del equipo, pero continuó en la plantilla.
Este curso, el Deportivo cambió la delantera, se fueron los dos máximos goleadores de la campaña anterior, Quique González y Carlos Fernández, que están en Primera División, y el venezolano tenía de nuevo la intención de ser indiscutible.
Pero tampoco lo ha logrado. Llegaron Mamadou Koné y Samuele Longo a la plantilla y él se ha visto relegado a la suplencia aunque ha tenido minutos en las catorce jornadas que se han disputado, tres como titular.
Al equipo le ha dado dos goles, entre ellos, el de la victoria ante el Oviedo (3-2), la única que ha logrado el Deportivo esta temporada.
Con el conjunto gallego colista, el venezolano en segundo plano y el equipo con problemas en ataque, Santos estalló en rueda de prensa para quejarse de su situación al sentirse prácticamente ninguneado en el campo y en el club.
EFE
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