‘Sora’, la más reciente inteligencia artificial de OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT y DALL-E, ha sido desarrollada bajo la dirección de Sam Altman, y las primeras muestras de su potencial han arrojado videos hiperrealistas que parecen captados desde una cámara.
Altman ha superado el miedo a la inteligencia artificial y ha liderado la creación de innovadoras figuras multimodales, capaces de producir una amplia variedad de contenido mediante texto, imágenes y video.
El resultado de esta apuesta es ‘Sora’. Esta no es la primera Inteligencia Artificial capaz de crear vídeos, pero es la más avanzada.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL | Open AI lanza Sora, una nueva herramienta para crear vídeos | EL PAÍS
Los videos compartidos por OpenAI ilustran la capacidad de este modelo para tomar texto y generar videos con una variedad de estilos y «dirección», desde representaciones realistas que simulan haber sido filmadas en ubicaciones reales, hasta escenas animadas que se integrarán perfectamente en la próxima producción cinematográfica de Pixar.
Habilidades de la IA
Según OpenAI, el resultado de este realismo radica en la habilidad de ‘Sora’ para comprender «cómo existen los objetos en el mundo físico», lo que previene los obstáculos habituales en el desarrollo de videos, como la superposición de objetos que causó dificultades en creaciones anteriores.
Aunque reconocen que aún hay espacio para mejoras, especialmente en la simulación de aspectos físicos.
Incertidumbre sobre su uso
La simplificación de la creación de videos profesionales podría lograrse al representar las ideas de manera acertada, sin necesidad de contar con un gran equipo para el proceso creativo de un audiovisual, lo que tendría un impacto considerable en la población.
Estas consecuencias van desde las pérdidas de empleos, hasta la producción de videos engañosos para el público, bien sea políticos difundiendo delitos ficticios atribuidos a sus oponentes o empresas promocionando artículos falsificados.
Por tanto, ‘Sora’ no está disponible para el público ni puede ser utilizado por los suscriptores de los servicios de OpenAI. Solamente un grupo selecto de personas del “equipo rojo” de OpenAI, responsables de detectar posibles daños y riesgos, pueden crear videos.
La empresa también se compromete a ofrecer acceso a varios «artistas, diseñadores y cineastas» para recopilar sus opiniones.
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