Lara.- Si ya es difícil cumplir con una dieta balanceada en Venezuela por la hiperinflación, los familiares de pacientes con cuadros de desnutrición o bajos de peso viven un calvario para poder cumplir con tratamientos médicos que incluyan alimentos proteicos, pues los precios que registran estos productos son de espanto y brinco.

Hasta 5 millones de bolívares puede llegar a costar un pote de Ensure o Pediasure en las farmacias de la ciudad. Un monto que resulta exabrupto, pues el salario mínimo integral es de 800 mil bolívares.

«Esos alimentos quedaron en el pasado, ya ni siquiera podemos comprar vitaminas que era lo más común y lo más barato», dijo Liliana Chávez, mientras chequeaba precios en una reconocida farmacia de la ciudad.

En un recorrido LA PRENSA constató que los suplementos proteicos y medicamentos que aportan energía como la L-Carnitina, son productos que registran pocas ventas, pues los guaros explican que con el salario que ganan es imposible cumplir con el tratamiento de los especialistas.

El doctor José Alfaro, endocrinólogo, y nutricionista, explica que la dieta de un paciente bajo de peso o desnutrido debe incluir los suplementos nutricionales y energéticos como un soporte nutricional, pero no puede sustituir por completo la alimentación balanceada que incluya porciones de carbohidratos, carnes, lácteos, huevos, vegetales, hortalizas y frutas.

María Suárez, una ama de casa, contó que antes compraba medicinas con alto contenido vitamínico para toda la familia, como Centrum, pero ahora con los altos precios y el dólar que sube a diario, todo lo que gana se va en la comida.

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