Caracas.- La nutricionista con experiencia en desastres alimentarios y defensora de Derechos Humanos, Susana Raffalli, celebró la decisión de la ONU de iniciar operaciones en Venezuela con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), aunque lamenta que el país haya tenido que pedir auxilio para garantizar un bienestar que debe ofrecer sin ayuda. 

La también representante de Cáritas Venezuela comentó en una conversación telefónica para Noticiero Digital que «si el país estuviera fuerte, y el estado estuviera en todas sus capacidades con toda su disposición de trabajar de forma sostenible para garantizar el bienestar de la población, no fuera necesario auxiliarse en un programa humanitario a esta escala». Añade que le desanima que «el Estado tuvo que echar mano a una ayuda para poder garantizar un bienestar que deberíamos hacer sin ayuda».

Aun así, aplaude que se haya podido lograr un acuerdo con el Estado en algo que la sociedad civil ha solicitado desde hace muchos años. 

En ese sentido, Raffalli comenta durante la entrevista que los programas deben ser orientados a los niños en zonas geográficas en riesgo, como el estado Bolívar, Zulia, Sucre, Yaracuy, Miranda, esto según datos de Cáritas. 

Asimismo, enfatizó que a los niños solo se les debería solicitar como requisito para recibir el beneficio la partida de nacimiento o la cédula de identidad y que los alimentos deberían ser entregados a través de la unidad educativa, supervisados por el PMA. 

«Sería espeluznante ver que los recursos del PMA fueran entregados por un miliciano o por los voceros de partidos políticos», hizo hincapié.

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