Tabasco (México).- El suroriental estado de Tabasco, tierra del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, padece un alarmante incremento de contagios que lo ha llevado a ser una de las regiones con mayor saturación hospitalaria y al choque entre las autoridades federales y estatales.

En Tabasco, con unos 2,4 millones de habitantes, la COVID-19 registra cerca de 17.800 casos confirmados y 1.597 defunciones, según cifras oficiales.

Además, en las últimas semanas, la presión hospitalaria ha aumentado y actualmente la ocupación de camas general es del 76 % y de las camas con ventilador (para paciente críticos) es del 66 %, siendo el estado con una ocupación más alta.

Según cifras de la Secretaría de Salud, el promedio nacional de ocupación para camas generales es del 46 % y para camas con respirador del 39 %, cuando el país suma casi 350.000 casos y 39.485 muertos.

En este petrolero estado se reconvirtieron 13 hospitales estatales y federales para atender a pacientes COVID, pero muchos están casi al tope de su capacidad.

La semana pasada se impuso un nuevo máximo de contagios y muertes en la región al registrar 460 nuevos casos positivos y 58 defunciones. Estos son los números más altos en Tabasco desde que se detectó el primer caso el 18 de marzo.

HOSPITALES AGOTADOS

Junto con la canícula propia de la región, los ánimos de familiares se han calentado recientemente porque desesperados buscan atención urgente para sus enfermos que ya no caben en algunos centros médicos.

Desde hace semanas el miedo ha invadido la ciudad de Villahermosa, capital del estado, y las maquinas fumigadoras de desinfección anuncian la llegada de enfermos en el hospital de alta especialidad Dr. Juan Graham.

Afuera hay familiares esperando por horas el reporte médico actualizado de sus enfermos, mientras que unos esperan días con tanques de oxígeno listos por si su enfermo lo requiere.

Además, muchos hospitales se están quedando sin médicos porque muchos doblan turnos, mientras que algunos renuncian y otros se han contagiado, e incluso fallecido, por el coronavirus SARS-CoV-2.

La secretaria de Salud en Tabasco, Silvia Roldán, reportó que 3.625 trabajadores han resultado contagiados de coronavirus, así como el deceso de entre 40 y 45 trabajadores del sector.

Asimismo, Fernando Mayans, director del Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET), advirtió recientemente a medios que mientras la población no acate las medidas de mitigación el sector salud podría colapsar por falta de personal médico, aunque el estado amplíe la capacidad hospitalaria de camas.

«Vamos a tener camas y más camas, lo que no vamos a tener es personal que vayan a atender esas camas», puntualizó.

«Los médicos por estar cuidando a los pacientes se están enfermando, algunos faltan porque se han sentido mal», lamentó a EFE la ciudadana Graciela Cabrera, que lleva esperando dos semanas atención médica para su hermana con crisis respiratoria.

«Debemos seguir las recomendaciones que nos hacen porque a todos nos parece juguete (el virus). Nos debemos cuidar», agregó Antonio Román, empleado funerario que en los últimos días ha recogido a 15 fallecidos de este hospital.

NIEGAN LOS DATOS OFICIALES

El sustancial incremento de contagios en las últimas semanas ha causado, además de este elevado nivel de ocupación, al choque entre las autoridades federales y estatales.

Así lo dejó ver el pasado viernes el gobernador Adán Augusto López.

Pese a ser del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el mandatario estatal acusó al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, encargado federal de la estrategia contra la pandemia, de cambiar los datos.

«Se lo dije al presidente: yo ya no puedo con Gatell, él tiene unas cifras que no sé de dónde saca», reportaron medios locales.

Tres días después de este ríspido episodio, el gobernador estatal volvió a tocar el tema. Este mismo lunes, durante una gira de trabajo, reiteró que el Ministerio de Salud federal tiene cifras que «están desfasadas» y ello «no abona a la tranquilidad de todos» los tabasqueños.

No obstante, este martes, López-Gatell destacó en la conferencia matutina desde Palacio Nacional que se ha logrado una «reserva incrementada» de camas lo que ha reducido la ocupación hospitalaria, quitando así hierro al asunto.

Además, se espera que el próximo viernes López-Gatell visite Villahermosa. Si bien se desconoce si esta servirá para limar asperezas o, al contrario, para acentuarlas.

PELIGROSA REVENTA

A este sombrío panorama se suma la reventa de medicamentos, féretros e incluso de tanques de oxígeno para los enfermos.

Y por si fuera poco, en la vía pública y en redes sociales existe un mercado negro para comprar a más del triple del precio habitual el cóctel de medicamentos recomendados contra la enfermedad.

«Hay gente que compra para revender. Está difícil, la verdad, yo vengo por tres tanques y nada más me van a vender uno. Lo que ellos comentan (la empresa encargada de la venta de oxígeno) es que hay un desabastecimiento nacional y por eso distribuyen primero a hospitales», denunció José Scherrer.

El hombre viajó tres horas desde el municipio fronterizo de Tenosique hasta la capital, y necesita el oxígeno para un familiar.

Una mujer que llevaba dos días buscando un ataúd para su padre que murió por complicaciones respiratorias terminó aceptando una caja mortuoria gratis por parte del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).

«Para conseguir una caja nos costó trabajo porque están en 16.000 pesos (unos 750 dólares) más servicios fúnebres y de dónde (sacamos el dinero) si no hay trabajo», remarcó a EFE Jacobeth, visibilizando los numerosos problemas que deja en la región la pandemia de coronavirus.

La pandemia de COVID-19 acumula 349.396 casos y 39.485 fallecidos en México.

EFE

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