El personal obrero de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) introdujo un documento ante la Inspectoría del Trabajo Alfredo Maneiro el pasado 6 de julio, en donde solicitaban la instalación de una mesa de trabajo para tratar las violaciones contractuales que, aseguran los trabajadores, incurre la empresa.
Sin embargo, manifiestan que la Inspectoría no ha respondido a su solicitud introducida hace dos meses. Keny Bello es la actual inspectora del trabajo; no obstante, el Ejecutivo designó a un inspector ad hoc que se encargará únicamente de los casos que provienen de las empresas básicas de Guayana.
«A Keny Bello le quitaron la competencia con los temas relacionados a las empresas básicas. El problema es que este inspector ad hoc en vez de estar en su despacho, está en la gerencia de recursos humanos de la CVG como un patrono más. Nosotros creemos que este es un silencio administrativo», denunció Miguel Medina, personal de seguridad con más de 30 años de servicio a la empresa.
Esta solicitud para crear una mesa técnica de trabajo tiene más de 200 firmas de los empleados del sector obrero de la Corporación Venezolana de Guayana (Casa Matriz).
Transporte, vestimenta y salario
La queja de los empleados pasa por el incumplimiento de los derechos establecidos en los convenios colectivos. Según lo que relatan los trabajadores, el transporte de la empresa dejó de pasar hace más de cuatro años.
«Hay trabajadores que viven en Ciudad Bolívar y tienen que venirse por su propia cuenta porque ya no envían transporte. Y si la cosa se complica mucho, y no pueden venir porque no consiguen el traslado, entonces no les dan las bolsas de comida», manifestó Miguel Medina.
Sobre lo último, el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana, Pedro Maldonado, aclaró que el incentivo productivo es únicamente para los trabajadores que logran cumplir el 92% de la asistencia durante el mes.
No obstante, el personal obrero se queja debido a que insisten que el salario que perciben no les alcanza para costear los gastos del pasaje.
Además, puntualizaron en que la empresa está violando con lo establecido en los contratos en términos de vestimenta. “La empresa debe darnos dos veces al año una dotación de uniformes, pero hace mucho tiempo que eso no sucede”, recalcó Medina.
Sobre esto el presidente de la CVG también explicó que se están demorando con las dotaciones porque “estamos haciendo lo más difícil. Estamos confeccionando todos nuestros uniformes con las madres costureras para generar empleo”.
«Trabajos no remunerados»
En la solicitud que introdujeron ante la Inspectoría del Trabajo los empleados exigieron discutir, también, sobre “los malos cálculos de los conceptos de bonos nocturnos, horas extras y feriados”.
Los empleados de la CVG aseguran que no se les están calculando todos estos pagos que, por ley, deben ir anclados al salario; sin embargo, como las empresas básicas de Guayana están violando el artículo 106 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras que obliga a los patronos a entregar recibos de pagos, pues los obreros no saben a ciencia cierta cuánto están percibiendo y bajo qué concepto.
“Nosotros recibimos un pago una quincena, y la siguiente el dinero cambia. No sabemos cuánto es nuestro sueldo. Hay trabajadores que están en la misma guardia y con la misma antigüedad y reciben salarios diferentes cada quincena”, zanjó Paulo Bompás, otro empleado con más de 18 años de experiencia.
Los trabajadores insisten en que viajarán hasta Caracas para introducir la queja a instancias mayores, ya que consideran que en Ciudad Guayana hay un “silencio administrativo”.
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