Ciudad Guayana.- El sector laboral de Guayana se concentró en la Plaza Monumento a la CVG para protestar, tras cumplirse un año de la eliminación de las convenciones colectivas.

Un nutrido grupo de trabajadores y jubilados de las empresas básicas de Guayana convocados por la Intersectorial de Trabajadores de Guayana (ITG) partieron desde la plaza para llegar hasta a la sede de la Corporación de Venezolana de Guayana (CVG).

La concentración culminó en la Plaza del Hierro.

Noel Hernández, coordinador adjunto de la ITG, explicó que el propósito de la «Gran Marcha de Trabajadores», es protestar contra la aniquilación de las convenciones colectivas, medida aplicada hace un año.

«Desde la reconversión monetaria se acaba el patrimonio de la familia y nuestras prestaciones sociales».

Asimismo reprocha que las empresas de Guayana se mantengan en cero producción.

 «Alcasa, Bauxilum y Sidor están en cero producción. Ferrominera Orinoco y las briqueteras solo tiene un 10 % de rendimiento».

Condena las medidas económicas del Gobierno, que a su criterio «han acabado con el patrimonio de los trabajadores y sus familias».

Critica al presidente de la CVG, Pedro Maldonado, porque «nunca ha dado la cara a los trabajadores, y ha venido a acabar con las empresas de Guayana».

Por otro lado, Yaritza Viña, secretaria general nacional del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV), expresa que la clase trabajadora no parará de reclamar sus derechos laborales.

«Las convenciones colectivas de trabajo se fueron hacia tablas salariales elaboradas por el Gobierno, y fueron liquidados los salarios», apuntó.

Agrega que ahora mismo el ciudadano venezolano no está devengando un sueldo que le permita cubrir la canasta básica familiar.

«Supera los 3 millones de bolívares durante el mes de julio. Tres dólares se ganaba hasta la semana pasada».

Para Viña un trabajador profesional en estos momentos debe ganar aproximadamente entre tres a cinco salarios mínimos.

«Aproximadamente 15 millones de bolívares debería ser el sueldo de un trabajador», sugiere.       

Luis Alberto Pompón, es jubilado de CVG Venalum, cita el artículo 89 de la Constitución República Bolivariana de Venezuela, donde señala los derechos laborales de los trabajadores.

«Nosotros trabajamos 35 años para tener una vida confortable, de tranquilidad, que la pensión y el sueldo nos alcanzara al menos para nuestros alimentos», lamenta.

El jubilado sentencia que hoy no se puede comprar con Bs. 40 mil. 

 «¿Cómo es posible que un supervisor gane salario mínimo? Yo trabajé 35 años de día y de noche para tener una mejor vejez».

Apoyo a Rubén González

Viña rechaza la sentencia del dirigente sindical Rubén González, por reclamar respeto a las tablas salariales y contratos colectivos, enfatiza.  

«Es que se ha liquidado el salario, vacaciones, es decir, el bienestar y calidad de vida del venezolano se acabó».

Acota que tanto el derecho a la educación, salud, libertad sindical está siendo vulnerado.

«Viva el sindicalismo como movimiento, porque defiende los derechos laborales, sociales y salud del trabajador. Rubén González merece su libertad, fuera los Gobiernos que atacan al trabajador».

Ángel Bolívar, dirigente sindical de Sidor y miembro de la ITG, expresa que «todos los que estamos aquí somos Rubén González, somos cada uno de esos presos políticos, que estamos exigiendo nuestra libertad, un cambio para una mejor Venezuela». Concluye.  

Por Yessika Muñoz
[email protected]

 

 

 

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