Bruselas, Bélgica. Los ministros de Exteriores de la UE hablarán mañana lunes con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, sobre los últimos contactos que este ha mantenido con Rusia sobre la crisis en Ucrania, cuando ya han dejado clara su disposición de sancionar rápidamente a Moscú si vuelve a atacar a su vecino.

«Rusia ahora está centrada en el diálogo con Estados Unidos», indicó un alto funcionario comunitario, sobre la situación de los contactos diplomáticos que se llevan a cabo para evitar un nuevo conflicto en Ucrania.

La Unión Europea (UE), que no quiere quedar descolgada de las discusiones sobre seguridad en su propio territorio, invitará a Blinken a unirse por videoconferencia a la reunión de los titulares de Exteriores para que comparta con ellos los últimos contactos con Moscú.

Más en concreto, el que mantuvo el viernes en Ginebra con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, para abordar el refuerzo militar que lleva a cabo Moscú junto a Ucrania, en el que se comprometió a presentar por escrito una respuesta a las demandas de Rusia para que la OTAN no siga ampliándose cerca de sus fronteras.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha asegurado que se está coordinando con Blinken antes y después de las reuniones que el estadounidense está manteniendo con Rusia, así como con otros aliados.

«El objetivo es compartir con los ministros de la UE el diálogo entre Rusia y EE. UU. y cómo estamos avanzando en nuestra reflexión sobre ello», indicaron fuentes comunitarias.

El vicesecretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, se reunió el pasado martes en Moscú con varios viceministros rusos para abordar la situación en Ucrania entre otros asuntos.

«La UE es una organización muy relevante» para Rusia, recalcaron las fuentes, que aseguraron que han dejado claro a Moscú que en las conversaciones sobre la seguridad en Europa la UE «tarde o temprano tiene que estar presente, porque sería inconcebible si no».

Los ministros europeos esperan aprobar en su reunión del lunes unas conclusiones sobre la seguridad europea en las que, según fuentes diplomáticas, expresarán la «muy fuerte unidad internacional» frente a Rusia y pondrán negro sobre blanco el decálogo que esbozó Borrell durante el encuentro informal que mantuvieron la semana pasada en Brest (Francia).

Esos diez puntos reúnen reclamaciones a Moscú como el rechazo «al intento ruso de crear esferas de influencia en Europa» similares a las que había antes de la caída de la URSS, o la advertencia de sanciones si ataca a Ucrania, pero también la voluntad de seguir negociando con Rusia.

 

SANCIONES RÁPIDAS

 

La UE quiere dar una oportunidad al diálogo, pero ha sido tajante, al igual que EE. UU. y el resto de aliados, en que si vuelve a haber una agresión rusa contra Ucrania la reacción será «muy rápida» y «extremadamente clara», según fuentes comunitarias.

No está previsto que los ministros aborden las medidas restrictivas el lunes, aunque el paquete de sanciones ya estaría preparado.

«Lo hicimos en 2014, no hay razón para que no pudiéramos hacer eso ahora», dijeron las fuentes, sobre la posibilidad de poner en marcha nuevas sanciones «en cuestión de días» por el comportamiento ruso, que «no serían menos» que las aprobadas entonces.

La situación actual, con miles de tropas rusas preparadas junto a la frontera ucraniana, supone «el reto más grave para el orden de seguridad europeo desde principios de los años 90, desde el final de la Guerra Fría”, recordaron.

En 2014, cuando Rusia se anexionó ilegalmente la península ucraniana de Crimea y se preveía el despliegue del Ejército ruso en la ciudad de Mariúpol, la UE pudo aprobar sanciones económicas e industriales en tan solo 72 horas al estar ya preparadas.

En concreto, incluían elementos como la prohibición de que Rusia y grandes empresas rusas pudieran tomar dinero prestado de los mercados financieros europeos.

«La implementación de las sanciones depende de qué sanciones acordemos. La mayoría se aplica el mismo día de la publicación (…) Pero estamos hablando de planes de contingencia», señalaron, confiando en que no sea necesario llegar a un punto en que haya que recurrir a las medidas restrictivas.

«Debemos prepararnos ante todas las eventualidades», apuntaron por su parte fuentes diplomáticas, que agregaron que están «dispuestos a tomar medidas cuya naturaleza debe ser calibrada».

EFE noticias

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