La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), partido al que los sondeos colocan en segunda posición en intención de voto a escala nacional, concurrirá a las elecciones europeas de 2024 con la propuesta de «refundar» la que consideran «fracasada» Unión Europea (UE).
La llamada asamblea europea del partido, reunida en Magdeburgo (este del Alemania), aprobó esta moción defendida por la cúpula del partido y que se propone sustituir la UE actual por una «Federación de Naciones» que devuelva competencias a los Estados que la integran.
Esta moción es una versión algo suavizada de la que defendía el ala más antieuropea del partido y que pretendía una «disolución ordenada» de la UE o la salida de Alemania de la organización -el llamado «Dexit», juego de palabras entre «Deutschland» y el Brexit británico.
En el curso de los debates entre los delegados se dirigieron encendidas críticas a la UE, a la que se tachó de corrupta y de «veneno» para los Estados miembros, además de «usurpadora» de competencias nacionales.
La AfD está integrada en el grupo Identidad Europea y Democracia, del que asimismo forman parte la Agrupación Nacional francesa de Marine Le Pen, La Liga Italiana y el FPÖ austríaco.
El cabeza de lista para las elecciones europeas de 2024 será Maximilian Krah, identificado con el sector radical que encabeza el líder regional del «Land» de Turingia, Björn Höcke.
En un aparte de la asamblea, Krah aclaró que el partido no se plantea abandonar la UE ni tampoco la OTAN, aunque consideró que la política exterior y de defensa europea debe «despegarse» del «dominio de Estados Unidos».
Como otros partidos integrados en la familia ultraderechista europea, a la AfD se la identifica como un partido «afín» al presidente ruso, Vladímir Putin, contrario a los suministros de armas a Ucrania y reacio a condenar la guerra de agresión rusa.
El resto de los candidatos designados por la AfD para las europeas también pertenecen mayoritariamente a la corriente más radical del partido, la dominante de todas sus estructuras y cercana a la de su cúpula bicéfala, integrada por Timo Chrupalla y Alice Weidel.
En la presentación de los aspirantes surgieron intervenciones aún más radicalizadas e incluso algunos ataques a Höcke, pero que no lograron su designación como candidatos.
La AfD es especialmente fuerte en el «Land» de Turingia, como en el conjunto del este del país, donde los sondeos sitúan a esta formación en la primera posición en cuanto a intención de voto.
El próximo año se celebran comicios regionales tanto en Turingia como en Brandeburgo y Sajonia, asimismo en el este.
A escala nacional, a la AfD la sitúan los sondeos en segunda posición, tras el grupo conservador formado por la Unión Cristianodemócrata y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU), que como el resto del espectro parlamentario descartan toda alianza con la ultraderecha.
En declaraciones a la televisión pública ARD, el líder de la CSU bávara, Markus Söder, ratificó este domingo que no puede haber ningún tipo de colaboración con el partido ultraderechista.
Se distanció así de unas declaraciones recientes del jefe de la CDU, Friedrich Merz, quien se abrió a «colaborar» con la AfD a escala municipal, lo que desató fuertes críticas entre el grupo conservador y especialmente por parte de la CSU de Baviera, «Land» donde se celebran elecciones regionales en octubre.
A la AfD se le pronostica entre un 20 y un 21 % de apoyo, en caso de celebrarse ahora elecciones generales, mientras que la CDU/CSU obtendría un 27 % y el Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz entre un 16 % y un 17 %.
A los socios del tripartido de Scholz, Verdes y Partido Liberal (FDP) se les sitúa sobre el 15 % y el 7 %, respectivamente.
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