Bangkok.- Un soldado tailandés mató hoy a al menos 20 personas e hirió a unas 30 al disparar de manera indiscriminada en un popular centro comercial de la ciudad de Nakhon Ratchasima, en el este de Tailandia, según el Ministerio de Defensa.

El sospechoso, identificado como Jakrapanth Thomma, se encuentra en la cuarta planta del centro comercial Terminal 21 y mantiene a más de una decena de personas como rehenes, según los medios locales.

Equipos de asalto del Ejército rodean el centro comercial y las autoridades han cortado calles y establecido un perímetro de seguridad de dos kilómetros alrededor de recinto para tratar de capturar al asaltante.

Unas seis horas después de que el asaltante tomara el centro comercial, las fuerzas especiales consiguieron entrar y controlar parte del edificio mientras decenas de personas que se encontraban atrapadas y escondidas allí fueron evacuadas, según muestran las imágenes de televisión.

La Policía también ha llevado hasta el lugar a la madre del asaltante con el objetivo de lograr que se entregue a las autoridades.

Según la reconstrucción preliminar de los hechos, a primeras horas de la tarde el asaltante disparó a su comandante y otros compañeros en una base militar a las afueras de la ciudad, para después robar armas y munición y darse a la fuga en un coche con el que se dirigió al centro de la urbe, que se encuentra a unos 250 kilómetros al noreste de Bangkok.

El militar, quien publicó fotografías y vídeos del ataque en las redes sociales, condujo hasta el recinto comercial donde al salir del coche comenzó a disparar con un rifle de asalto contra viandantes y automóviles.

Acto seguido, el soldado se adentró en el edificio donde continuó con los disparos, mientras centenares de personas huían despavoridas.

«No puedo levantar el dedo», decía el tailandés, ataviado con uniforme militar y que también aseguró sentirse «cansado» y hablar de «rendirse», en varias publicaciones colgadas en su perfil de Facebook, que más tarde sería desactivado.

También se ha registrado una explosión y un incendio, que según las informaciones preliminares se debería a la deflagración en la cantina del recinto de una bombona de gas a causa de los disparos.

Medios locales también informan que el militar abrió fuego mientras iba montado en el coche durante el trayecto contra un templo y otros lugares.

El ministro tailandés de Sanidad, Anutin Charnvirakul, pidió a los hospitales de la ciudad de unos 140.000 habitantes, que se prepararan para la llegada de heridos de urgencia.

Por su parte, el portavoz del ministerio de Defensa, Kongcheep Tantrawanit, señaló en declaraciones a los medios locales que las autoridades desconocen las razones del ataque y lo achacó simplemente a que el soldado «se volvió loco».

 

EFE

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