Al menos 200.000 niños más se quedaron sin clase en la escuela durante este último año en la región del Sahel a causa del empeoramiento de la violencia armada, denunció este viernes la organización Save the Children.
«La violencia armada en el Sahel está robando a los niños su educación y su futuro», lamentó la directora regional de Incidencia y Campañas de la organización defensora de la infancia, Vishna Shah, en un comunicado.
La violencia en tres países del Sahel (Burkina Faso, Níger y Malí) que sufren a menudo ataques de grupos yihadistas provocó el cierre de casi 7.800 escuelas primarias, es decir, un 20 % más en el último año, según datos de Save the Children.
En junio de 2023, un total de 1,4 millones de niños se quedaron sin educación ni colegios, mientras que en 2022, 6.400 escuelas primarias cerraron y afectó a 1,2 millones de niños.
«Tras el empeoramiento de la violencia en el Sahel, muchos niños y profesores tienen demasiado miedo para asistir a la escuela», afirmó Save the Children.
«También se han dado casos de grupos armados que han atacado directamente las escuelas y han causado daños en los edificios», añadió.
El mayor número de cierres de escuelas primarias se registraron en Burkina Faso (5.318), Mali (1.545) y Níger (958).
Según datos de la ONG, en 2022, «57 millones de niños de África central y occidental no asistían a la escuela, lo que representa casi la cuarta parte de los niños de todo el mundo».
Con motivo del Día Internacional para la Protección de las Escuelas contra los Ataques, que se celebra el 9 de septiembre, Save the Children pidió a los gobiernos que «tomen las medidas para proteger la educación de los niños en el Sahel, apoyando la aplicación de la Declaración sobre Escuelas Seguras».
Esta declaración es un compromiso y un marco que permite a los Estados proteger la educación en contextos frágiles y que, hasta mayo de 2013, han apoyado 118 países.
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