El presidente de China, Xi Jinping, fue recibido este miércoles en Belgrado por el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, con quien espera profundizar los vínculos económicos y políticos entre los dos países, poco antes de la entrada en vigor de un acuerdo de libre comercio.
Acompañado por una delegación de unas 400 personas, Xi llegó la víspera a Serbia, segunda escala de su primera gira por Europa en cinco años, que lo llevó primero a Francia y que concluirá en Hungría.
Xi y Vucic mantendrán una entrevista cara a cara, seguida de una reunión de las delegaciones de los dos países y la firma de una treintena de acuerdos bilaterales en presencia de los dos presidentes.
«La amistad de acero entre China y Serbia ha echado raíces más profundas en los corazones de los dos pueblos», resaltó el mandatario chino en un comunicado emitido por la embajada de su país tras su llegada a Belgrado y reproducido por la prensa local.
«Nuestras relaciones bilaterales han superado la prueba del volátil ambiente internacional y se han convertido en un buen ejemplo de las relaciones entre los Estados», añadió.
Xi calificó de «históricos» los resultados de la asociación estratégica establecida entre Pekín y Belgrado en 2016 en el marco de la iniciativa global china ‘La Franja y la Ruta’.
Actualmente, entre los dos países, conectados con vuelos directos, no hay régimen de visados.
Unión Europea
El año pasado, Serbia, país de unos 6,7 millones de habitantes y candidato al ingreso en la Unión Europea, firmó con China un acuerdo de libre comercio que entrará en vigor en julio y levantará paulatinamente aranceles para miles de productos.
China es uno de los principales inversores en proyectos de infraestructuras viales y ferroviarias en Serbia. En 2023 fue el mayor inversor, con 1.370 millones de euros, cerca de un tercio del total de las inversiones extranjeras en el país balcánico.
Desde la anterior visita de Xi a Serbia en 2016, las inversiones chinas han ido en aumento y totalizaron 5.300 millones de euros (hasta 2023).
Para Belgrado, China, miembro del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto, es clave por su apoyo a su postura contraria a reconocer la independencia que su antigua provincia de Kosovo autoproclamó en 2008, y que ha sido reconocida por la mayoría de las potencias occidentales.
La visita de Xi coincide con el 25 aniversario del bombardeo de la embajada china en Belgrado por las fuerzas de la OTAN durante la intervención de la Alianza Atlántica en la guerra de Kosovo.
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