– Una asistencia por encima de las expectativas:
La probabilidad de asistencias esperadas del atacante argentino, por las acciones y las zonas que desarrolló su juego, era de un 0,30 por ciento, pero, aun así, el futbolista logró rebasar todas las expectativas en ese sentido, con la jugada individual con la que entregó el 3-0 a Julián Álvarez, en una secuencia de regates en la que desbordó a Josko Gvardiol por el lado derecho del ataque de la Albiceleste, hasta llegar a la línea de fondo y poner el balón hacia atrás para el remate de su compañero. Ya es el mejor asistente argentino en los Mundiales.
– Cuatro rupturas de líneas:
De las cinco veces que Messi se propuso rebasar la línea rival, cuatro a través de un pase a sus compañeros y una con una progresión de balón, lo logró en cuatro. Un 80 por ciento. De los jugadores ofensivos de su equipo fue el que más veces lo consiguió. Lo superaron los dos medios centros (Enzo Fernández y Leandro Paredes), con once y diez, respectivamente, y los defensas Nicolás Tagliafico (6), Cristian Romero (13) y Nahuel Molina (10), además del portero Emiliano Martínez (8), aunque los condicionantes son distintos para todos ellos en comparación con Messi, porque su fútbol surge donde más complejo es rebasar líneas.
– Siete regates, cuatro con éxito:
De los siete regates, cuatro los solventó con éxito. Un 57 por ciento, según las estadísticas avanzadas de ‘Be Soccer’. Es su mejor marca en este Mundial, sólo superado por el duelo de la última jornada de la fase de grupos contra Polonia, cuando debió proponer 24 quiebros ante una defensa tan cerrada como planteó su adversario. Entonces completó el 60 por ciento. Fue, en cualquier caso, el que más regateó de todos sus compañeros ante Croacia.
– 31 presiones sobre el rival:
El delantero de la Albiceleste ejerció 31 presiones hacia su rival, cuatro de forma directa y 27 de manera indirecta, según las estadísticas oficiales de la FIFA. También recuperó cuatro balones, tres en campo rival, a lo largo de los 100 minutos del encuentro. No ganó ninguna de sus tres entradas a los adversarios, pero sí venció una pugna con un rival.
– 8.247,8 metros de recorrido:
Durante todo el partido, Messi recorrió 8,247 kilómetros, según las estadísticas de la FIFA, de los que 98,1 metros fueron a más de 25 kilómetros por hora y 33 al esprint. Del once titular, sólo Leandro Paredes cubrió menos distancia (7.532,5 metros) aparte del portero Emiliano Martínez, con 4,454 kilómetros. El máximo de Argentina en el encuentro lo marcó Enzo Fernández, con 11.335,2 metros.
– 28,9 kilómetros por hora, su máxima velocidad:
La carrera más rápida que protagonizó Messi fueron a 28,9 kilómetros por hora, como Luka Modric o Marcelo Brozovic en su rival. La más veloz de Argentina en el choque fue de Nahuel Molina, con 34,9 kilómetros por hora; la de Croacia fue de Borna Sosa: 33,7. Comparativamente, la mayor velocidad del torneo corresponde al ghanés Sulemana, con 35,7 kilómetros por hora en la primera fase.
– La responsabilidad y el liderazgo en los minutos de dudas:
– 32 pases conectados de los 39 enviados:
Con un porcentaje de acierto del 82 por ciento, Messi intentó 39 pases de los que conectó 32 con sus compañeros. Al que más pases dio fue a Nahuel Molina, con siete, que jugó por el lado derecho, seguido de los centrocampistas Enzo Fernández, con seis; Alexis Mac Allister y Rodrigo de Paul, con cuatro; y Paulo Dybala y Exequiel Palacios, con dos.
– 37 ofrecimientos a sus compañeros:
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