Kinshasa.- Al menos 75.000 personas se vieron desplazadas de sus hogares en la última semana como consecuencia de los enfrentamientos entre el Ejército de la República Democrática del Congo (RDC) y los rebeldes del M23 en el noreste del país, confirmaron hoy a Efe fuentes de las Naciones Unidas.
Mientras 65.000 personas tuvieron que desplazarse internamente entre el 23 y el 25 de mayo, unas 10.000 cruzaron la frontera con la vecina Uganda desde el pasado 19 de mayo, dijo a Efe Sanne Biesmans, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en esta región.
Los combates entre los rebeldes del Movimiento del 23 de Marzo (M23) y el Ejército congoleño se reactivaron esta semana a solo unos 20 kilómetros de la ciudad de Goma, la más poblada del este del país y capital de la provincia de Kivu del Norte.
Los enfrentamientos se produjeron después de que el M23 atacase otras posiciones militares de la provincia de Kivu del Norte, un movimiento que condenó la directora de la misión de paz de la ONU en la RDC (MONUSCO), Bintou Keita.
Por otro lado, este miércoles, el Gobierno congoleño acusó de nuevo a Ruanda de apoyar a los milicianos -extremo que rechaza Kigali- y activó un mecanismo regional para investigar su posible implicación.
«Se ha concluido que las informaciones que hemos recibido del terreno cristalizan las sospechas sobre el apoyo que el M23 habría recibido de Ruanda», dijo el portavoz del Ejecutivo congoleño y ministro de Prensa y Comunicación, Patrick Muyaya, recogieron hoy medios locales.
Para verificar estas acusaciones -que la RDC ya lanzó contra Ruanda en marzo y en abril, después de que el M23 iniciara ataques contra posiciones del Ejército-, Kinshasa activó el Mecanismo Conjunto de Verificación Ampliado (EJVM), confirmó el Gobierno.
El EJVM es un organismo establecido por la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) que investiga incidentes de seguridad en sus doce Estados miembros, que incluyen a Ruanda y RDC.
«Hemos activado el mecanismo de verificación. El jefe de este mecanismo se encuentra actualmente en Kigali para certificar estos hechos», dijo el ministro.
En este momento, fuertes combates continúan en los territorios de Rutshuru y Nyiragongo, donde los rebeldes disputan el control de varias localidades.
El M23 se formó en abril de 2012, cuando soldados del Ejército congoleño se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra, y por supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.
El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.
El CNDP, formado principalmente por tutsis (grupo que sufrió en gran medida el genocidio de Ruanda a manos de los hutus en 1994), se constituyó en 2006 para combatir a los hutus de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), refugiadas en las selvas de la RDC tras el genocidio ruandés.
En noviembre de 2012, estos rebeldes ocuparon durante dos semanas la ciudad Goma, pero la presión diplomática les forzó a retirarse e iniciar un diálogo con el Gobierno congoleño.
Entonces, la ONU acusó al M23 de contar con apoyo económico-militar de Ruanda.
El este de RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por rebeldes y ataques del Ejército, pese a la presencia de la MONUSCO, con más de 14.000 efectivos desplegados.
EFE
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