Miami, Estados Unidos. Miles de jóvenes llegados de todo EE.UU. se concentran este fin de semana en Miami Beach por el llamado «Spring Break», las vacaciones universitarias de primavera que se han convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades debido a los excesos y desmanes.
Después de los desórdenes del año pasado, en los que una persona resultó muerta y hubo decenas de heridos, lo que obligó a decretar el toque de queda, las autoridades de Miami Beach han tomado medidas preventivas y reforzado las patrullas policiales en las calles.
Aunque desde comienzos de marzo se nota la afluencia de jóvenes a la ciudad, la verdadera «avalancha» va a ser este fin de semana.
El viernes por la noche el «Spring Break» de 2022 pasó su «prueba de fuego» sin incidentes de importancia.
Una gran multitud se concentró al caer la tarde en Ocean Drive, una calle aledaña a la playa y poblada de edificios Art Deco que representa en los carteles turísticos a esta ciudad vecina a Miami.
La policía solo debió intervenir para sacar a la gente de la calzada y terminó cerrando al tráfico la calle para garantizar la seguridad, pero esta mañana los vehículos ya podían circular por Ocean Drive, según constató Efe.
Las terrazas de los cafés estaban llenas antes del mediodía de jóvenes desayunando tranquilamente y la presencia policial no pasaba inadvertida.
Hasta ahora los incidentes registrados han sido menores, según el el portavoz de la Policía de Miami Beach, Ernesto Rodríguez, quien recalcó que la aglomeración del viernes por la noche en Ocean Drive entraba dentro de lo previsto y a las 10 de la noche «las cosas habían mejorado».
Tradicionalmente el fin de semana que sigue al Día de San Patricio (17 de marzo) es cuando más «springbreakers» llegan.
Ocean Drive es el sitio donde confluyen al caer la tarde los jóvenes que pasa el día en la playa escuchando música, bailando, bronceándose al sol o haciendo deportes.
Otra de las actividades favoritas de los «springbreakers», tomar bebidas alcohólicas en la playa, está prohibida este año, aunque es difícil hacer cumplir esa medida.
El alcalde de la ciudad, Dan Gelber, dijo a medios locales en estos días: «vamos a estar todo lo preparados que se puede estar».
En 2021 las medidas fueron insuficientes y fue necesario establecer un toque de queda debido a unos incidentes en los que una persona murió por heridas de bala, se realizaron más de un millar de arrestos y se decomisaron 102 armas de fuego.
Este año se ha aumentado la presencia policial en las zonas más concurridas y del 7 al 21 de marzo está prohibido vender y consumir bebidas alcohólicas en Miami Beach a partir de las 2 de la madrugada.
A ello hay que sumar la prohibición de consumir alcohol en las playas públicas, sin importar la hora del día, y la limitación de los tan habituales «conciertos» a los que obligan a asistir al resto de los bañistas con sus altavoces a todo volumen.
EFE noticias
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