Sao Paulo.- El Banco Central de Brasil apuntó este martes que ve un ambiente «relativamente más favorable» para las economías emergentes, pero alertó de un aumento a corto plazo de la inflación al consumidor brasileño, en medio de la crisis económica y sanitaria provocada por el nuevo coronavirus.
«Los indicadores recientes sugieren una recuperación parcial de la actividad económica, con un patrón similar a la que ocurre en otras economías», consideró el Comité de Política Monetaria (Copom) del emisor brasileño en el acta de una reunión celebrada la semana pasada y que fue divulgada este martes.
En la reunión, la entidad decidió mantener la tasa básica de intereses en su mínimo histórico del 2,0 % anual e interrumpió una racha de nueve recortes consecutivos.
Para el Copom, los programas sociales llevados a cabo por el Gobierno brasileño, como el pago de una ayuda mensual que hasta ahora era de 600 reales (unos 110 dólares), han permitido que la economía del país se recupere «relativamente más rápido que otros países emergentes», pero la «incertidumbre» sobre el ritmo de crecimiento permanece «por encima de lo habitual».
«Una posible reducción abrupta y no organizada de los estímulos gubernamentales pueden retrasar la recuperación de la demanda por bienes y el proceso de recomposición de las existencias», destacó.
Además, la «propia evolución de la pandemia» puede actuar como un factor «limitador» para el pleno funcionamiento del sector de servicios, uno de los más afectados por la COVID-19, que ya deja casi 140.000 muertos y 4,5 millones de infectados en el gigante sudamericano.
El Banco Central también consideró que la inflación para los consumidores brasileños deberá elevarse en el corto plazo, impulsada por el alza en los precios de los alimentos y la «normalización parcial» del precio de algunos servicios, en un contexto de «recuperación de los índices de movilidad y del nivel de actividad».
Ya en el escenario básico para la inflación, el emisor ve «factores de riesgo» en ambas direcciones, tanto al alza como a la baja, aunque considera que las expectativas están «significativamente» por debajo de la meta de un 4 % estipulada para este año, con un intervalo de tolerancia de 1,5 punto porcentual.
Ante el escenario desafiante, el emisor brasileño evaluó que «perseverar en el proceso de reformas y ajustes» en las cuentas públicas es «esencial» para una recuperación sostenible de la economía del país.
De acuerdo con especialistas consultados por el Banco Central, la economía brasileña entrará en recesión este año, con una caída de un 5,05 %.Las estimativas son bastante más optimistas que las de organismos internacionales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que proyectan una retracción de entre el 8 y el 9 %.
Asimismo, reconoció que el espacio remanente para la utilización de la política monetaria en el futuro, «si hay, deberá ser pequeño».
EFE
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