Beirut.- La Asociación de Bancos Libaneses ha anunciado este domingo que sus establecimientos permanecerán cerrados el lunes para «garantizar la seguridad de los empleados» durante las protestas que se están produciendo en el país en rechazo a la corrupción y a la mala gestión de Gobierno.
«Los movimientos populares continúan en varias regiones del país y para garantizar la seguridad de los empleados y limpiar los daños causados en ciertas sucursales, se decidió mantener los bancos cerrados el lunes», afirmó la asociación en un comunicado.
Las manifestaciones continúan hoy en Beirut, Trípoli (norte), Nabatieh y Tiro (sur) así como en otras regiones libanesas por tercer día, después de que el Gobierno anunciara una tasa a las llamadas por servicios de mensajería en internet como WhatsApp, una decisión que ya ha retirado.
Las protestas han discurrido de manera pacífica en las calles de la capital y otros puntos del país desde el jueves, aunque por las noches se han producido altercados y enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes de la que ha sido denominada como la «Revolución del WhatsApp».
En el centro de Beirut se han sellado los bancos con mallas metálicas para evitar destrozos similares a los daños contra cajeros y entidades en las protestas del jueves y viernes.
Fuentes de la Cruz Roja Libanesa afirmaron que solo en la capital al menos 23 personas fueron trasladadas a los hospitales mientras que otras 70 fueron tratadas en el lugar, con lo que el número de víctimas desde el jueves asciende a dos muertos y más de un centenar de heridos.
Además, la pasada noche de protestas supuso un duro golpe para el gobierno de coalición del Líbano, después de que el líder del partido cristiano Fuerzas Libanesas, Samie, Geagea, anunciara que cuatro ministros de su formación se retirarán del Gobierno, al que calificó de «incapaz de encontrar soluciones».
«La gente en las calles no pertenece a ningún partido ni a ninguna corriente, pero representan todos los componentes de la sociedad y han perdido la confianza en la clase política», aseveró Geagea, subrayando que el gobierno «no quiere reformas serias y concretas».
El pasado viernes, el primer ministro libanés, Saad Hariri dio un ultimátum de 72 horas a los partidos que componen el ejecutivo para destrabar las medidas y reformas que ha propuesto para atajar la crisis económica.
El Líbano es uno de los países más endeudados del mundo, con alrededor de 86.000 millones de dólares de deuda, alrededor del 150 % del Productor Interior Bruto y su deuda soberana no alcanza ni el nivel de bono basura.
EFE
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