
La junta militar que controla Birmania (Myanmar) finalizó este domingo la primera de tres fases de elecciones generales —primeras desde el golpe de 2021—, calificadas de fraudulentas por la ONU y la oposición prodemocrática, que convocó a la abstención en medio del conflicto armado.
Los comicios se desarrollaron en 102 de 330 municipios, con jornadas adicionales el 11 y 25 de enero. Al menos 56 localidades quedaron excluidas por no estar bajo control del Ejército, disputadas por guerrillas étnicas y grupos prodemocráticos. Pese al boicot, miles votaron, aunque activistas denunciaron coerción mediante amenazas de persecución o ataques militares.
La junta reforzó vigilancia policial en centros electorales y bloqueó Facebook, X, WhatsApp, VPN y medios independientes. El general Min Aung Hlaing, autoproclamado presidente interino, las describió como «libres y justas».
Ausencia de Suu Kyi y LND
Tras diez años de democracia incipiente, el golpe encarceló a la Nobel Aung San Suu Kyi (80 años) e ilegalizó su Liga Nacional por la Democracia (LND), victoriosa en 2015 y 2020. Solo 57 partidos —seis nacionales, todos progolpistas— compitieron. Su casa en Rangún permanece vigilada 24 horas.
Un líder LND anónimo dijo a EFE que son «una farsa» por amenazas militares. Un humanitario reportó al menos diez explosiones entre viernes y domingo en Mandalay, Sagaing, Magway, Chin, Mon y Kachin, atribuidas a opositores.
El Gobierno de Unidad Nacional (NUG), en exilio, rechazó los comicios y pidió no reconocerlos.
Observadores de China, Rusia e India —aliados ante sanciones de EE. UU. y UE— presenciaron el proceso. El Partido USDP ganó 28 circunscripciones sin rivales y asegura 25% de 664 escaños por cuota constitucional militar, afectando 498 puestos del bicameral. Min Aung Hlaing evitó adelantar su rol futuro.
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