Quito, Ecuador. La altura de 2.800 metros y el buen momento deportivo de Liga de Quito son los dos desafíos que enfrentará este miércoles Boca Juniors en su partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores.

En declaraciones a medios, el centrocampista Eduardo ‘Toto’ Salvio mencionó que sus compañeros y él deberán tener en cuenta todos estos elementos para el enfrentamiento en el estadio ‘Rodrigo Paz Delgado’.

«Uno sabe el tema de la pelota… cómo puede volar la pelota, la velocidad que toma», destaca el jugador.

Salvio recordó asimismo el efecto de la falta de oxígeno al indicar que hay que «cuidar lo físico» y «no volverse loco desde el principio porque, si no te cuidas, a los 20 minutos lo vas a terminar sufriendo».

Para ir acostumbrándose, Boca Juniors tuvo un entrenamiento por espacio de una hora el martes en el estadio Atahualpa, aunque la jornada de hoy la dedica a conversaciones con el equipo técnico en el hotel.

El equipo quiteño ha convertido su estadio en un verdadero fortín, pues ha ganado los cuatro partidos que ha disputado de local en la presente edición de la Libertadores.

Boca, séxtuple campeón del torneo, solo ha ganado en Quito una vez y fue hace 54 años, según destaca este miércoles el diario El Comercio.

«La única victoria en la altitud fue ante Deportivo Quito, en los inicios de la Libertadores. El 7 de febrero de 1965, el equipo bonaerense venció 2-1 a la ‘AKD’ en el estadio Atahualpa», recordó ese medio.

Y si la altura geográfica de la ciudad puede ser un obstáculo, no menos lo es la «altura» del equipo ecuatoriano, o por lo menos así lo aseguran sus aficionados.

«No es la altura de Quito, es la altura del equipo. La altura la demostramos ganando la Libertadores en Brasil. Hacemos nuestro trabajo acá, y rematamos nuestro trabajo allá», aseguró a Efe Christian Cartagena, un aficionado de la provincia de Santa Elena y que desde esta mañana merodeaba por el estadio.

Por su parte, Mateo Cárdenas, llegado desde la provincia de Azuay, consideró que la altura de la capital ecuatoriana «no hace una gran diferencia, sino la calidad de los jugadores de Liga».

En las inmediaciones del estadio, numerosos vendedores de entradas y camisetas, banderas y otros afiches ya habían desplegado sus mercancías desde tempranas horas.

También comenzaban a tomar posiciones los más de 700 agentes que participarán en el despliegue de seguridad, ante el temor de algún enfrentamiento entre las barras más violentas.

La ministra del Interior de Ecuador, María Paula Romo, informó a través de su cuenta de Twitter que ha solicitado al club ecuatoriano impedir el acceso de cuatro individuos que figuran en una lista remitida por su homóloga argentina, Patricia Bullrich, y que habrían ingresado al Ecuador.

Los cuatro, entre ellos el líder de la barra ‘La 12’, Rafael di Zeo, tienen prohibido el ingreso a los estadios de Argentina en virtud de un decreto presidencial por desórdenes violentos y a fin de garantizar la seguridad en las canchas deportivas.

El de este miércoles en Quito es el primer partido que disputan ambos equipos por la Copa Libertadores.

Lo habían hecho antes por la Copa Sudamericana, en 2008, con victoria apabullante de Boca en Buenos Aires y empate en Quito.

Invertido en este caso el orden de la ida y vuelta, Salvio consideró que lo importante para Boca es jugar con «muchísima inteligencia» y «cabeza», y buscar «alguna que otra ventaja para llevar (el desenlace) a La Bombonera» el próximo miércoles.

EFE

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