Jesús Rafael Soto, el artista plástico de mayor proyección mundial en los últimos años, definido en muchas oportunidades como la unidad hombre- pintor elevada al infinito por la coincidencia de la calidad humana y la calidad artística en un solo ser.
La inventiva, la genialidad de Soto, hablan no solo de sus actitud rigurosa y esa capacidad creadora sino de una verdadera magia, porque genio es el que descubre el camino que luego es aceptado pasivamente por todo el mundo, excepto por el descubridor.Los que lo conocieron hablan de su rigor consigo mismo del sentido tremendamente grave de crítica ante su propia obra.
Ver las obras de Soto es ver el trabajo de un artista universal y a la vez netamente venezolano, fue un descubridor infalible de los misterios y lo que eran nuevos caminos del arte. Se atribuye el éxito indiscutible del maestro Soto a su creación de originalidad y calidad irrefutable, se dice que fue un trabajador solitario e infatigable que no dejó un día de trabajar en el difícil camino que escogió, el Arte.
Este año se rinde homenaje a su vida a su trabajo y trayectoria, por conmemorarse los 100 años de su natalicio, es momento propicio para recordar y dejar por sentado a nuevas generaciones el impacto que causó sus obras icónicas dentro del arte nacional y en la historia del arte contemporáneo.
Su historia
El 5 de junio de 1923 nace en Ciudad Bolívar, Jesús Rafael Soto,muere en París a los 81 años de edad. Desde niño impulsó su vida al arte, y que dejó un legado de vida admirable, porque con sus obras se identifican los bolivarenses.De una familia humilde pero de principios, proviene el maestro nacido en esas callecitas del barrio Santa Ana, ese mismo que le encantaba bañarse en las aguas del Orinoco, llegó a pintar desde los 5 años y tocar la guitarra desde los 12.
A los 16 años ya pintaba afiches, para un cine de su ciudad natal, pero no es hasta 1940 que emprende su carrera como artista, estudiando en la Escuela de Artes Plásticas con compañeros como Carlos Cruz Diez y Alejandro Otero.Sus inicios fue amor puro a los paisajes venezolanos mostrando su inclinación hacia el cubismo.
En 1950 viviendo en París,desafía las posibilidades perceptivas del ojo humano junto a Los Disidentes en la búsqueda del movimiento.Y es que el año 1955 marca el punto de partida del arte cinético con la exhibición «Le Mouvement» en la galería Denisse René, junto a Duchamp, Vasarely, Agam, Calder y Pul Bury.
El maestro Soto logra dar con su mágnum opus en 1970 con una de sus obras más reconocidas, Los Penetrables, donde sumerge al espectador en toda una experiencia.
Es en 1973 que junto a Carlos Raúl Villanueva crean el Museo de Arte Moderno Jesús Soto, donde el artista albergó más de 170 obras suyas y más de 120 de artistas internacionales de la talla de Piet Mondrian, y que hoy día muchas de estas obras son el punto focal de las principales salas del museo.
En su museo logró que el arte y la cultura se unieran, además de motivar a los niños apreciar el arte, viviendo y sintiendo sus obras, estos mismos niños que amaban los penetrables y llamaban espaguetis.
Soto logró más de lo que podemos imaginar
El maestro Soto logró tantos méritos que no tienen comparación con ningún otro artista venezolano. Monumentos como: Juegos Olímpicos de Seúl 1988, exposición universal de Montreal 1967, Esfera de Caracas; Distinciones: Gobierno francés le otorga el Orden las Artes y Letras 1968 y en 1990 la Unesco le otorga la Medalla Picasso, por considerar que sus obras unen al mundo.
Presentó más de 180 exposiciones por el mundo en los más reconocidos museos como: Museo Salomón R. Guggenhein y el centro Georges Pompidou.
En líneas generales revolucionó el mundo con sus penetrables que invitan al espectador a sumergirse en ellos, y con sus estructuras vibrantes que juegan con la mente.Según la percepción de Soto, la realidad va más allá de las formas para convertirse en colores, vibración movimiento y líneas que juegan con el ojo humano y así con su mente.
Soto fue, es y seguirá siendo una enseñanza permanente, además de convertirse en embajador cultural de nuestra nación en el mundo entero.
100 años de arte
Jesús Rafael Soto dejó un legado de arte desplegado por el mundo, que inspira y trasciende, y que hoy está más vivo que nunca con sus obras.
Soto marcó un punto de inflexión en el arte venezolano, es de la generación de oro del arte venezolano y se convirtió en uno de los creadores revolucionarios que dieron entidad al objeto como pieza de índole artística.Muchos especialistas aseguran que Soto hace hablar a las formas y a los colores , en un lenguaje cifrado que vislumbra
En 1993 Alfredo Bulton hablaba de Soto, como el creador de un nuevo lenguaje y nuevo cuerpo que escapa a la tradición, y hoy se define a Jesús Soto como un artista de nacimiento y vocación, con una vida rodeada de arte, que forjó un estilo de movimiento, luz y espacio.
Es esta celebración especial donde se conmemora los 100 años de su nacimiento, el Museo de Arte Moderno Jesús Soto sigue en trabajo de mantenimiento de sus espacios,así como en restauración de sus obras,con apoyo de la Gobernación del estado Bolívar y la Secretaría Cultural, hasta la fecha ya cuenta con una climatización de sus espacios en un 90%, paso a paso pronto se contará con óptimas condiciones expositivas,para exhibir las memorables obras del maestro Jesús Soto.
A su vez se ha preparado un sentido homenaje este 5 junio con una sesión especial del Consejo Legislativo del estado Bolívar a las 9:00 am., en el Cleb y un concierto Sinfónico de la Orquesta tipica Juanito Arteta y el Conservatorio de danza Everest Mayora alas 6:00pm en el Museo, abierto al público y con entrada gratis.
El legado de Soto nos hace universales pero enteramente bolivarense, como cita un escrito “Su obra nos reafirma que somos venezolanos hijos de esta tierra vasta plena de ingenio , alegría y creatividad, que persigue la utopía de innovar y aportar al mundo un grano de creación para su desarrollo”hoy más que nunca celebramos la vida del maestro del cinetismo.
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