El cierre del gobierno de Estados Unidos entró en vigor este miércoles, luego de que republicanos y demócratas no lograran un acuerdo para aprobar el proyecto de ley de gastos del gobierno del presidente Donald Trump.
De acuerdo con BBC News, se trata del primer cierre federal en casi siete años y podría paralizar temporalmente algunos servicios del gobierno estadounidense, aunque no todos.
Si bien las confrontaciones presupuestarias son comunes en la política del país, esta disputa por el gasto es tensa porque Trump ha dedicado los últimos nueve meses a recortar drásticamente el tamaño del gobierno nacional.
«Podemos hacer cosas durante el cierre que son irreversibles, malas e irreversibles para ellos (los demócratas), como dejar sin empleo a un gran número de personas, recortar programas que les gustan», dijo el mandatario al ser consultado sobre la posibilidad de que no se llegara a un acuerdo en el Congreso.
En la mañana del martes, horas antes de que se iniciara la cuenta regresiva para la aprobación de la financiación en el Senado, un periodista le preguntó cuántos empleados federales planeaba despedir si no se evitaba el cierre del gobierno.
Trump responsabilizó a los demócratas y alegó que quieren que entren más personas de forma ilegal en Estados Unidos.
El jefe de presupuesto de la Casa Blanca, Russ Vought, distribuyó recientemente un memorando que explicaba cómo el gobierno Trump planeaba utilizar el cierre para hacer nuevas reducciones a largo plazo en el gasto federal y las listas de empleo.
Los puestos y programas gubernamentales considerados «no esenciales» durante el cierre se finalizarán permanentemente, lo que amplía los recortes efectuados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) a principios de este año, bajo la dirección de Elon Musk.
El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, calificó el memorando como un «intento de intimidación».
«Donald Trump ha estado despidiendo a empleados federales desde el primer día, no para gobernar, sino para asustar», declaró Schumer. «Esto no es nada nuevo y no tiene nada que ver con la financiación del gobierno».
La Casa Blanca había lanzado en su página web la cuenta regresiva para el cierre, que una vez vencido el plazo ha sido reemplazado por un temporizador que ahora registra por cuánto tiempo permanecerá cerrado el gobierno. «Los demócratas han cerrado el gobierno», se lee en el sitio web de la Casa Blanca.
Despliegue
El cierre del gobierno federal de Estados Unidos (shutdown) no interrumpirá el despliegue militar en el Caribe ni las operaciones de seguridad nacional. La continuidad de estas misiones se mantiene porque se consideran funciones esenciales para la defensa del país.
De hecho, el gobierno reiteró sus acusaciones este miércoles contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien señala como el cabecilla de una organización narcoterrorista que, según Washington, amenaza la seguridad nacional estadounidense.
Tommy Pigott, portavoz adjunto principal del Departamento de Estado, declaró al canal NTN24 que Maduro «no es el líder legítimo de Venezuela, sino un fugitivo de la justicia estadounidense que representa un riesgo para la región y para la salud del pueblo estadounidense».
Añadió que el gobierno norteamericano sigue comprometido con “llevarlo ante los tribunales” como parte de su lucha contra los cárteles de droga.
Estas afirmaciones se dan en el contexto de las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien hizo alusión a la campaña militar que Estados Unidos mantiene en el Caribe para frenar el narcotráfico procedente de Venezuela.
«Vamos a seguir muy atentos a los cárteles que operan por tierra», afirmó Trump al dirigirse a una reunión con líderes militares. El mandatario también aseguró que los operativos navales recientes han sido efectivos: «Después de neutralizar varias embarcaciones, no ha ingresado absolutamente ninguna droga por mar. Fue un golpe letal», sentenció.
De la misma forma que el despliegue, se espera que la patrulla fronteriza, la atención médica hospitalaria, las fuerzas del orden y el control del tráfico aéreo continúen operando con normalidad pese al cierre.
Aunque los cheques de la seguridad social y Medicare se seguirán enviando, la verificación de beneficios y la emisión de tarjetas podrían suspenderse.
Durante un cierre, por lo general los trabajadores esenciales continúan con normalidad —algunos de ellos sin sueldo de momento—, pero los empleados gubernamentales considerados no esenciales reciben una licencia temporal sin sueldo.
Se espera que servicios como el programa de asistencia alimentaria, la educación preescolar financiada con fondos federales, la emisión de préstamos estudiantiles, las inspecciones de alimentos y las operaciones en los parques nacionales se vean restringidos o cerrados.
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