Miami.- Whitney Houston fue encontrada ahogada en la bañera de la habitación del hotel donde se alojaba el 11 de febrero de 2012. El agua y las drogas habían hecho su macabra labor, justo cuando estaba por presentarse en la entrega de los premios Grammy.
En ese entonces ya estaba divorciada del rapero y productor Bobby Brown, padre de su hija Bobbi Kristina Brown (Krissy), que murió de una forma similar tres años después. Esta semana, Bobby se sentó en el programa Red Table Talk, de Facebook Watch, y habló con Jada Pinkett Smith de cómo lo afectaron estas muertes en su momento, a las que sumó la de su hijo Bobby Brown Jr. a finales de 2020.
Brown fue compañero de vida de Whitney desde 1992 a 2007 y juntos eran dinamita, realmente explosivos. Mientras su matrimonio iba y venía, Whitney se apoyaba en Robyn Crawford, una amiga íntima que la cantante terminó expulsando de su entorno durante el último tiempo de vida. De modo que cuando Houston murió, fue su cuñada Patricia quien se hizo responsable de los negocios familiares.
Bobbi Kristina tenía 19 años cuando fue encontrada por su pareja, estaba inconsciente y sumergida en la bañera de su casa en Atlanta. Murió seis meses después, el 26 de julio de 2015, y se le adjudicó parte de la culpa a su novio, Nick Gordon, que había sido adoptado a los 12 años por Whitney. Nick siempre había sido una especie de hermano mayor para la chica, por lo que algunos familiares llegaron a catalogar esta relación de poco menos que incestuosa.
Como parte de los testimonios recogidos en Whitney, el documental dirigido por Kevin Macdonald, Patricia cuenta que la artista fue víctima de abusos cuando era niña, lo que le produjo un trauma que la llevó a hacerse adicta. La cuñada de la diva desliza, además, que aunque tuvo una vida de lujos, Krissy también habría sufrido durante su niñez:
“Vigila lo que haces delante de tus hijos. No alcanza solo con hablar con ellos. Tienes que enseñarles. No basta con tenerlos. Tienes que estar ahí para ellos. Estar presente en sus vidas. Cuando [eres niña] y estás ahí sentada, observando y viendo ciertas cosas, pues…”, dice, dejando entrever que la infancia de su sobrina no había sido color de rosa.
Varias tragedias en la familia
La tragedia ha sido una constante en la vida familiar. Un mes después de dejar este mundo, se dio a conocer que la causa oficial de la muerte de Whitney había sido ahogamiento, además de los “efectos de la enfermedad cardíaca aterosclerótica y el uso de cocaína”.
El informe publicado por el Departamento Forense del Condado de Los Ángeles detalló que la diva murió cuando estaba sumergida en la bañera llena de agua, y también indica que había ingerido cocaína. En la conferencia de prensa posterior, el portavoz forense Craig Harvey dijo que el nivel de cocaína en el sistema de Whitney indicaba que había consumido poco antes del ahogamiento accidental y que había signos de “uso crónico”.
Aunque el exceso de sustancia era muy alto, se determinó que la muerte fue accidental, Whitney no estaba buscando matarse.
“Nos entristece conocer los resultados de la toxicología, aunque ahora nos alegra tener un cierre”, dijo Patricia en ese momento y siguió adelante con la máquina de facturar, ya que Whitney Houston se convirtió en una marca registrada que sigue dando ganancias.
Por su lado, Bobby Brown (que ya estaba separado de la cantante) quedó realmente afectado y terminó de quebrarse cuando falleció su hija. Por si no fuera suficiente dolor, en noviembre de 2020 murió su hijo y aunque a los 52 años el productor ya tiene una nueva vida hecha con otra mujer y más hijos pequeños, los fantasmas del pasado siempre vuelven al ruedo.
Bobby Brown había tenido a Junior con su anterior pareja, Kim Ward, y también le había inculcado la veta artística. “Perder (a mi hijo) fue muy inesperado, como perder a mi hija. Estábamos en el estudio dos noches antes. Fue algo que me golpeó muy fuerte. Era músico, tocaba el piano, tocaba la batería, era un gran escritor. Era un maestro y aprendiz. Aprendió de todos los que tenía cerca y enseñó tanto como aprendió”, le dijo a la esposa de Will Smith en el programa de Facebook Watch. .
El joven tenía 27 años y murió de una sobredosis de cocaína, fentanilo y alcohol hace unos meses. Se catalogó como una muerte accidental y el padre minimizó el consumo de su hijo: “Experimentaba con diferentes cosas. No significa que él dependiera de las drogas como cuando yo estaba en esa situación. Yo dependía. Lo necesitaba. Junior era un joven que probó las cosas equivocadas y eso lo mató”.
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