Ciudad Guayana. “¿Cuál era ese deporte que se juega con el balón?”, fue la pregunta inocente que Xander Durán le hizo a su padre y que con el tiempo reconocería como su primer paso para conocer su pasatiempo favorito: el fútbol.
Oriundo de Ciudad Guayana, Xander atribuye su interés por el deporte a su padre, Alexander Durán, quien desde que tiene uso de razón practicó atletismo, a tenor de ello el joven futbolista considera que el atletismo para él, está en su sangre.
“Mi papá fue profesional y viajó a muchos países y muchos estados de Venezuela. Antes del fútbol, yo pensaba en tomar el atletismo como mi papá», sin embargo, el chico tomó un camino diferente.
Sus inicios
Xander recuerda el momento en que le preguntó a su padre sobre el balompié y entre risas comenta que pocos días después, se unió a la escuelita de Mineros de Guayana, equipo de Primera División de fútbol venezolano, cuyos equipos menores eran apodados como “Mineritos”.
Su primer contacto con el balón, fue vistiendo la camiseta negriazul de Mineritos, fue en la cancha de tierra, que con el tiempo se convirtió en lo que hoy en día es Ciudad Mineros, sede deportiva de Mineros de Guayana.
«Era malísimo, pero con el tiempo aprendí que no se tocaba el balón con las manos, aprendí a jugar mejor”, comenta.
Nuevo hogar
Entre el año 2012 y 2013, Fundación AIFI puso a disposición una nueva sede deportiva en Ciudad Guayana, a la que jóvenes talentos de la ciudad podrían acercarse para unirse a la academia de fútbol menor. El primo de Xander, fue uno de los chicos que se decantó por el equipo rojinegro antes que cualquier otro.
El hogar familiar de Xander estaba localizado en las adyacencias de la escuelita de AIFI, por ello él reconoció que podría aprovechar tener una academia en el patio de su casa para seguir creciendo y que incluso estaba la posibilidad de compartir cancha con su primo; así fue como el chico estaba decidido a formar parte del equipo académico.
Le pidió a su padre que lo inscribiera, y dicho y hecho, Xander llegó en 2015 a su segundo hogar, Parque AIFI, sede de AIFI de Guayana.
Fútbol y pandemia
Xander mejoró su manera de jugar al fútbol, se abrió paso tras dos años en AIFI hasta llegar al equipo elite de su categoría, sub 13, que disputa el torneo interregional por excelencia del país.
Sin embargo, a mediados de marzo de 2020 se paralizaron todas las actividades deportivas en Venezuela debido a la pandemia de la COVID-19. Por ello, “desde que empezó la pandemia, me he dedicado a entrenar poco. Con esto de poder salir una semana sí y otra no», comenta el chico que ahora entrena en la calle frente a su hogar.
Durante la pandemia, una vez más el padre de Xander es fiel artífice del crecimiento del jugador, pues él motiva al muchacho a entrenar día a día.
«Mi papá me motiva y todas las mañanas y tardes él me dice para ir a entrenar. Con él corro un rato, nos llevamos los balones y él me explica sobre tácticas de juego y mejorar mi velocidad, la mecánica para correr mejor», alude.
Una rutina entrañable
Parque AIFI era y es el segundo hogar de Xander, no por nada el futbolista recuerda con cierta melancolía la rutina tan apreciada en la vivía.
«Yo extraño todo de AIFI, el fútbol era y es mi pasatiempo. En la mañana me paraba, iba a clases, venía a casa, comía y luego ya tenía que estar a las dos de la tarde Parque AIFI porque tenía que ser puntual en los entrenamientos».
Entrenamientos, que le daban la oportunidad a Xander de compartir con sus mejores amigos, sus compañeros de equipo.
«También extraño a mis compañeros porque siempre nos echamos bromas, nos sentábamos y nos distraíamos”, concluyó el joven delantero que a pesar del parón deportivo, sigue vistiendo la camiseta rojinegra con orgullo total.
Redacción SNPD con
información prensa AIFI
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