Quito/Guayaquil.- Continúa por tercer día consecutivo la máxima tensión en diferentes penitenciarías de Ecuador, así como la incertidumbre de familiares de presos por la crisis carcelaria que ha dejado una ola de sangrientos motines.

El último capítulo de la saga fue un intento de fuga de decenas de reclusos en una prisión de Guayaquil, neutralizado por las fuerzas del orden la pasada madrugada tras una noche de nuevos incidentes que ponen de manifiesto la inestabilidad de la situación.

El servicio de prisiones SNAI, indicó que, tras la intervención de la Policía Nacional, «se logró restablecer el orden y retomar el control en los Centros de Privación de Libertad (CPL) Guayas número 4, y Cotopaxi número 1».

INTENTO DE FUGA FRUSTRADO

En el operativo intervinieron Unidades Tácticas Preventivas, que impidieron la huida de catorce internos de la prisión guayaquileña, donde decenas de reos habían logrado salir de sus celdas e incluso algunos fueron capturados en el exterior de la penitenciaría del litoral o vieja cárcel regional.

En la misma prisión, agentes practicaron una requisa en la que se incautaron armas de fuego, teléfonos celulares, armamento de fabricación artesanal, entre otros artículos prohibidos, que fueron puestos bajo custodia de las autoridades competentes.

El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, activó este jueves Comités de Seguridad en todas las provincias del país, especialmente en aquellas donde se registraron los sangrientos motines del martes.

«He dispuesto a Gobernaciones activar de manera permanente Comités de Seguridad en provincias, especialmente Guayas, Azuay y Cotopaxi, a fin de gestionar la crisis carcelaria», comunicó.

El martes, la prisión número 4 de Guayaquil fue escenario de la muerte de 31 personas dentro de una espiral de motines y enfrentamientos armados en la que murieron al menos 79 personas y una veintena resultaron heridas.

En un centro aledaño se registraron seis decesos, en la de Cotopaxi otros 8, y en la del Azuay (sur), 34.

TRASLADO DE RECLUSOS E INCERTIDUMBRE

Las autoridades penitenciarias de Ecuador trasladaron esta mañana a 32 reclusos desde la cárcel de Guayaquil a una instalación cercana, aparentemente, como medida preventiva para frenar los motines.

Efe constató el traslado de los presos en un autobús junto al portón de entrada de la cárcel de la urbe costera.

«He escuchado que lo van a trasladar a Latacunga, pero de ahí no sabemos más nada, anoche tuve la última comunicación con él», explicó una familiar de un preso, que no quiso revelar su identidad y aguarda conocer información en una carretera aledaña a la cárcel.

La mujer aseguró que su familiar preso, «del pabellón 312 A, me dijo que se le querían meter por el techo», en alusión a que corría algún tipo de peligro en el centro de reclusión.

Las autoridades ecuatorianas están en estado de alerta por la crisis penitenciaria mientras los organismos del Estado investigan los hechos que parecen responder a la rivalidad entre bandas criminales que se disputan el mapa delictivo en el país, y que podrían estar involucradas también en el narcotráfico.

Otra mujer que acude desde el martes para conocer la suerte de su ser querido en prisión, se queja de que «no hay listado conciso donde uno pueda saber de su familiar. Se escuchan gritos que piden ayuda, pero no hay nada que nos tranquilice como familiares aquí fuera».

Hoy Efe pudo constatar cómo uno de los reclusos logró subirse a la azotea junto a un galpón para colocar una sábana donde se podía leer un llamamiento de ayuda a la prensa.

«Es como que si estuvieran dentro en un infierno, no nos dan razón de ellos», indica la mujer que asegura no tener noticias de su marido desde hace 24 horas.

DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN INTERNA

Otro familiar denuncia los supuestos hechos de corrupción por parte de las autoridades penitenciarias, y alude a una grabación difundida el miércoles en el que un grupo autodenominado «Nueva Generación» de la penitenciaría del Litoral, pide a las autoridades cesar al subdirector de la SNAI, Orlando Jácome.

En la grabación, cuyo origen no ha podido ser confirmado, un individuo se dirige al presidente Lenín Moreno el 24 de febrero y acusa a Jácome de connivencia y recibir coimas de dos presos a los que acusa de la «masacre en todas las cárceles del país».

El hombre que esperaba hoy frente a la cárcel guayaquileña aseguró a Efe que en ese centro no se trató de un ajuste de cuentas, sino de una medida de represalia: «Los cogen y los golpean por haber mandado ese vídeo del coronel, ahora los van a venir a matar».

Los ajustes de cuentas en centros penitenciarios se registran, además, en un contexto de hacinamiento cercano al 30% según organismos especializados, déficit de personal penitenciario del 70%, o falta de presupuesto para las cárceles, entre otros factores.

 

EFE

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