La producción de huevos en el estado Táchira enfrenta un riesgo creciente: cerca de 200 granjas podrían cerrar debido al contrabando masivo proveniente de Colombia.
Según Yubán Rosales, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Huevos (Asoprohuevos), el ingreso ilegal de esta proteína representa ya el 50 % del mercado en la entidad andina, desplazando a la oferta nacional y dificultando la sostenibilidad empresarial.
Un modelo productivo en peligro
Rosales explicó que el precio fijado para los huevos producidos en Táchira permite la reinversión y mejora en las instalaciones de las granjas. Sin embargo, el contrabando desestabiliza esa dinámica.
“Nuestro costo de producción por caja es de 35 dólares, sin incluir la reposición del ave, que está en 7 dólares adicionales. Esto se traduce en unos 164 mil pesos, frente a los 145 mil bolívares que cuesta el mismo producto traído desde Colombia”, detalló.
Impacto laboral y expansión frustrada
El dirigente gremial resaltó que en los últimos dos años el sector ha experimentado un crecimiento del 200 %.
No obstante, la situación actual afecta directamente a unas cinco mil personas vinculadas a la producción y de forma indirecta a más de 25 mil, incluyendo pequeños, medianos y grandes productores.
Un problema que trasciende fronteras
Además del impacto en Táchira, Rosales advirtió que los huevos ingresados por contrabando circulan incluso hacia estados más alejados del territorio nacional, profundizando la amenaza a la industria local.
En entrevista con Diario La Nación, llamó a tomar medidas para frenar esta práctica que pone en juego no solo la economía regional, sino la seguridad alimentaria del país.
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