
La Coral Infantil Integrada de Guayana (CIIG) arriba a su 29° aniversario reafirmando una filosofía que ha marcado su esencia desde 1996: usar el canto como un puente de amor, servicio y transformación social.
No es una celebración de conciertos o reconocimientos, sino de un modelo de vida que ha hecho del “amar al prójimo” su nota más alta.
Desde su fundación, la CIIG ha demostrado que una melodía puede mover corazones y construir cambios reales. Su labor, basada en el canto coral como herramienta de formación humana, ha trascendido las fronteras de Guayana, dejando huella en niños, jóvenes y comunidades enteras.
Una familia que abraza a todos
Para quienes forman parte de la coral, cada ensayo es más que una práctica musical: es una reunión familiar. La institución ha logrado convertirse en un espacio donde niños, jóvenes y representantes encuentran acompañamiento emocional, apoyo social y un sentido de pertenencia.
Cuando un nuevo integrante ingresa, su familia también lo hace. Padres y representantes no solo asisten a las actividades, sino que se involucran en dinámicas comunitarias que fortalecen los lazos y amplían la misión integradora de la agrupación. La CIIG se ha convertido en un hogar donde la vida cotidiana y la música se entrelazan.
La armonía de la diversidad
Uno de los pilares más valiosos del proyecto es su defensa de la inclusión. En la coral, jóvenes sin condiciones particulares comparten escenario con otros que viven con necesidades especiales o enfermedades crónicas. El canto se convierte en un idioma que elimina etiquetas y destaca la belleza de la diversidad.
Además de la música, la CIIG impulsa actividades deportivas y de servicio social, reforzando valores como la empatía, la solidaridad y la responsabilidad. Su modelo demuestra que la verdadera integración es un acto de servicio constante.
Un legado que sigue creciendo
El impacto de la coral se ha expandido más allá de Guayana, con núcleos en Margarita, Valencia y Maracaibo. El más reciente capítulo de esta expansión se vive en la comunidad indígena de Kavanayén, en el sur del estado Bolívar, donde el mensaje de inclusión y amor al prójimo se canta también en pemón, un hito que reafirma la dimensión cultural y humana del proyecto.
Un homenaje lleno de sentido
La celebración de este aniversario está dedicada a la memoria de Norka Salinas, hermana de Larrys y César Salinas, y una de las primeras creyentes en el alcance social de la coral.
A través de la Fundación Larrys Salinas, Norka dedicó años a acompañar a personas en momentos difíciles, especialmente pacientes hospitalizados.
Finalmente, su vocación de servicio, su entrega y su capacidad de llevar consuelo a quienes más lo necesitaban dejaron un legado profundo que hoy sigue vivo en el espíritu de la CIIG. Este aniversario de la Coral Infantil Integrada de Guayana honra su vida, su misión y su amor inagotable hacia los demás.
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