Yessika Muñoz
Ciudad Guayana.– Este jueves los ciudadanos de Puerto Ordaz y San Félix, siguieron con sus actividades regulares.
Por lo menos en aquello, que se ha convertido «habitual» o «cotidiano» en la ciudad.
Es decir, usuarios en las paradas a la espera de colectivos, la movilización de las unidades de transporte se mantuvo como es costumbre a deshoras.
Sin dejar de lado la visita, que deben hacer todos los días ciudadanos a las entidades bancarias para poder obtener efectivo.
Se constató que las actividades escolares tampoco fueron suspendidas.
Es que corrió un rumor de suspensión de clases.
Ante esta situación el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, aclaró a través de su cuenta en Twitter, que hoy sí había clases.
Por otro lado, en Caroní continúan las enormes colas que se han venido formado en los últimos días por gasolina.
Dueños de negocios y centros comerciales también trabajaron con regularidad, así como los mercados.
En un recorrido realizado por San Félix y Puerto Ordaz, no se notó nada inusual o más bien diferente a lo que nos hemos acostumbrado a ver.
Hasta tempranas horas de la mañana no se vio alguna reacción por parte de la población guayacitana con respecto al llamado de Juan Guaidó de iniciar hoy un paro escalonado hasta llegar a la huelga general.
Con el propósito de presionar al mandatario Nicolás Maduro a abandonar la silla presidencial.
Para Juan Carlos Rincón, un entrevistado guayacitano, considera que para acabar con la división política que se vive en el país es «por medio de una intervención militar extranjera».
En cambio María Cortez, otra entrevistada, se siente confundida de cuál sería la mejor opción para lograr la estabilidad política y económica en Venezuela.
Es que su mayor preocupación es la hiperinflación, que está ahogando el bolsillo del Venezolano.
«Ya no veo noticias, porque no veo el cambio de nada», lamenta Cortez.
Señala que en lo único que piensa es que Bs 20 mil no le alcanza para mucho.
«Tampoco veo que aquí, -Guayana- todos reaccionen en conjunto. Y los que más sufren son los niños», sentencia.
Asimismo Maritza Urbina, opina que cada día se hace más cuesta arriba que la gente puede adquirir la cesta básica completa.
«Vas al mercado y en menos de una semana ya los productos aumentan de precio», critica.
Agrega que con la cantidad de dinero que compraba cinco productos la semana pasada hoy compra dos.
Concluye que no hay control en precios y la población cada día tiene menos probabilidad de cubrir sus necesidades básicas.
Fotos: Wilmer Barrero
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